
En los últimos 60 días diversas informaciones surcaron diversos rincones de la provincia sobre la situación de la Obra Social de Entre Ríos (OSER), particularmente por la incertidumbre creada por la situación de los actuales empleados contratados que prestan servicios en la Obra Social entrerriana.
Gracias a la colaboración periodística de Roberto Caminos, desde Victoria, pudo saber que la administración del OSER tendría tomada la decisión de reducir en un 50 % la planta de trabajadores en toda la provincia.
La medida comenzaría a materializarse a partir del 5 de enero, cuando se reanude formalmente la actividad de la administración provincial.
En las distintas delegaciones se trata de personas que no solo cumplen funciones administrativas, sino que además son jefes y jefas de familia, con dos o más hijos a cargo, que en cuestión de días podrían encontrarse con la noticia más dura: ya no pertenecen a la obra social y no habrá indemnización alguna.
En un contexto económico complejo, con inflación persistente, caída del poder adquisitivo y pocas oportunidades laborales reales, la decisión resulta difícil de comprender y aún más de aceptar.
Según estos datos, para nada oficializados por las autoridades, serían más de 50 trabajadores en toda la provincia los que comenzarían el año sin empleo y sin certezas, empujados a una situación límite, en un país donde volver a empezar no siempre es posible.
La pregunta que subyace es ¿Qué pasará con los contratados de la Delegación Chajarí?