Hay hechos puntuales que ocurren en una sociedad cualquiera que operan como gatillo para poner en superficie diversos problemas que hasta ahí parecían dormidos pero que la propia comunidad, con sus distintos tonos, hace conocer, por diversos canales, principalmente las redes sociales, sobre su pensamiento u opinión en torno a esos problemas.
El caso de la muerte de este joven de 25 años en una celda de la Jefatura Departamental Feliciano abrió una discusión y diversificó las distintas opiniones comunitarias: a) la responsabilidad institucional de organismos que deben protegernos, como la Policía y el Ministerio Público Fiscal, b) el avance del flagelo de la droga, que perfora a todas las capas de la sociedad y que lamentablemente, como cualquier comunidad, nadamos en la falta de herramientas válidas y contundentes para visualizar, reaccionar y actuar en consecuencia y c) nuestras “diferencias pueblerinas” que no hacen otra cosa de “cacarear” en vano y no dilucidar la verdadera causa del problema.
En todo ese contexto habló el Abogado Ricardo Temporetti ratificando nuestra información sobre su presentación como Querellante particular en la causa que se investiga por la muerte de Matías Viviani en una celda.
Pero el diálogo del profesional con colegas de Feliciano no solamente lo hizo en términos técnicos exclusivamente, sino que dio algunos “palos” para quienes tienen la obligación de llegar a la verdad del caso, especialmente la Fiscal Dra. Griselda Muñiz.
En este sentido y sin vueltas Temporetti afirmo que “la propia Fiscalía de Feliciano, a través de la Dra. Muñiz, se comunicó «enfáticamente» con familiares de la víctima, solicitándoles que no me constituyeran como querellante” a lo que catalogó como «altamente llamativo y grave» desde el punto de vista institucional.
Casi inmediatamente se pregunta “¿De qué tiene miedo?, de que ¿podamos saber algunas cosas que no se quieren reconocer? poniendo en duda real sobre el proceso investigativo, aunque reconoció que, en las próximas horas, y luego de ser aceptado como querellante, tomará contacto con el expediente, analizar la documentación y “tener una hipótesis sobre el hecho” aseveró.
Criticó el «mal manejo de la información» por parte de la policía, que, según él, “hizo alusión prematura a la responsabilidad de Matías, sindicándolo como cabecilla de una banda narco sin que la investigación hubiera siquiera iniciado o demostrado tal cosa” y agregó “la fiscalía debería controlar estos comunicados”.
La muerte de Matías ojalá sirva para, muy a pesar de las discusiones sectoriales, a internalizar problemas realmente muy graves y complejos, que de no tomar conciencia seguiremos llorando (ojalá me equivoque) muchos Matías en el futuro.