¿Te pasó de sentirse secuestrado/a por la improductividad? Sentís que pasa el año y todavía no pudiste hacer eso que te propusiste, te es más fácil hacer maratones de Netflix que leer ese libro que prometiste leer hace años, quizás querés un nuevo hábito cómo hacer ejercicio más seguido pero siempre encontrás la excusa perfecta para abandonar o para no empezar.
¿Cómo hacer para generar esos cambios?
Ya sea que deseas dejar de comer harinas, dejar de fumar, dejar de estar tanto en las redes sociales, dejar los comentarios tóxicos, practicar la gratitud a diario, ser más ordenado, sea lo que sea, tu mente siempre se va a resistirse al cambio, a ella no le gusta salir de la zona de comodidad porque requiere mucha energía y el trabajo de la mente no es hacerte más productivo o felíz, tu mente tiene la misión de mantenerte vivo, cueste lo que cueste, así que va a hacer lo posible para que vuelvas a lo conocido, a eso que te mantuvo a salvo hasta ahora, aunque eso sea un mal hábito, aunque eso te esté haciendo engordar, enfermar o trayéndote problemas económicos.
Por eso quizás en este momento hasta quieras dejar de leer esto, porque le exige un esfuerzo. Es más fácil mirar series o películas; verdad?
Lo cierto es que no podés realizar ningún cambio en tu vida si no generás primero un cambio en tu mentalidad. Los hábitos son parte de una rutina diaria, y esos hábitos se construyen con constancia.
Voy a compartir con vos 3 claves mentales que te van a ayudar a la hora de incorporar esa nueva rutina en tu vida.
1– Da pasos pequeños.
Comenzá por algo que sea viable y que puedas hacerlo por una semana y luego renovarlo por otra semana y así hasta completar un mes. Por ejemplo; caminar a diario 5 minutos, comer una ensalada en el almuerzo, leer una página por día o 5 renglones. Algo mínimo y que puedas mantenerlo.
A menudo tendemos a subestimar lo que podemos lograr a largo plazo y sobrestimar lo que podemos hacer en un corto período de tiempo. Es importante recordar que cada pequeño paso que damos hacia nuestros objetivos cuenta. La consistencia y el compromiso diario son clave para el éxito a largo plazo.
2- Enfocate en el progreso y no solo en el resultado final.
Es normal tener grandes metas y aspiraciones, pero obsesionarte con la meta futura puede generar insatisfacción y hacerte perder de vista el valor del proceso.
En lugar de preocuparte por lo lejos que estás de tu meta, mirá hacia atrás y reconoce todo el camino que ya recorriste. Aprende a valorar el proceso. No te compares con los demás, no existe la perfección. En lugar de eso, enfocate en hacer lo mejor que puedas hoy, incluso si es solo un poquito.
3- Celebrá tus logros.
Pequeños o grandes pasos, merecen ser celebrados, porque si te enfocás en la cima de la montaña, vas a creer que falta mucho, que no hiciste nada, que nunca lo vas a lograr. Pero si aplaudís esos pasos que ya diste, esos pequeños logros diarios, tu mente va a entender que querés más de eso y te va a dar la energía para continuar.
Así que a brindar por ese pasito dado hoy!!
Generar cambios significativos requiere tiempo, esfuerzo y una mentalidad positiva. Claro que van a aparecer obstáculos en el camino, pero vos simplemente volvé a enfocarte en esos pasos pequeños y en tu progreso.
¡Ttenés el poder de transformar tu vida!
Comenzá por compartir este mensaje con aquellos que creas que podrían beneficiarse de un cambio de mentalidad. Animate a ser inspiración!!
Te abrazo. Nati
