Tras el desmoronamiento, comienzan las clases en María Auxiliadora por Claudia Cagigas

24-07-2016 Opinion

Luego del desmoronamiento de suelo producido por el profundo pozo que se cavó al lado de la Escuela María Auxiliadora de Chajarí para la obra del Nuevo Templo, el apoderado legal de la Institución, Carlos Percara, aseguro: “Las clases comienzan para los chicos de Nivel Inicial, que los padres los manden con tranquilidad porque ya tomamos todas las precauciones y la empresa reforzó los cuatro laterales. Incluso vinieron a controlar dos ingenieros propuestos por los padres y nos aseguraron que no va a suceder nada raro. De cualquier manera vamos a estar permanentemente chequeando. Además, hemos reformado la parte del patio –lo trasladamos para el otro lado- y llevamos la barra que divide con la obra mucho más adentro”, manifestó en el programa radial EL ESPEJO.
Como primera medida, Percara aclaró su función. “El apoderado legal o representantes legal es una persona que representa al dueño de la Institución, o sea el Obispado. En mi caso represento al obispo en lo que tiene que ver con la Escuela María Auxiliadora… pero no tengo nada que ver con el terreno, no puedo decidir si en un metro de tierra hay que construir algo. Mi función es administrar la escuela”.
“Se hizo un pozo muy hondo, de unos siete u ocho metros, para las oficinas y dependencias –de la obra del Nuevo Templo-. Los entendidos dicen que como la tierra es gredosa, se produjo un corrimiento y se fue desmoronando. Nosotros, como teníamos un vallado con media sombra hasta donde podían llegar los chicos, no nos habíamos dado cuenta que el desmoronamiento estaba cerca del vallado e incluso ahí estaba el arenero. Por gracia de de Dios, una profesora que trabaja en el Instituto María Auxiliadora y que tiene su hija en el jardín, vio desde arriba del edificio y nos avisó -incluso nos mandaron una carta.- Entonces lo primero que pensamos fue suspender las clases, pero para eso tuve que hablar con Obispado y con Walther Galarza, que es el director de Escuelas Privadas. Ellos estuvieron de acuerdo. Sé que a los padres les puede haber molestado, pero prefiero custodiar la vida de los chicos”, sostuvo Percara.
¿Había gente trabajando en el lugar?
“Sí. Pero nadie nos había hecho nada. Esa misma tarde convoqué a los responsables de la obra. Estaba Marcelo Rojas, un ingeniero, el dueño de la empresa, el padre Jorge, Bartolomé Aguiñagalde y ahí estuvimos un largo rato viendo la situación. Ellos se comprometieron a solucionar el problema. Pasó una cosa difícil: justo esa semana de las vacaciones llovió. Pero en este momento están reforzando muy bien las paredes de todos lados, porque el desmoronamiento también se produjo del lado del Templo, del Jardín, del IMA y de la vereda”, comentó Percara.

Llama la atención que, si había gente trabajando en el lugar, nadie notó el riesgo y tomó cartas en el asunto. Ante este planteo, Carlos Percara opinó: “Lo que pasa es que eran empleados y muy pocos. Yo creo que (los responsables) tomaron cartas en el asunto cuando se hizo esta movida grande; recién ahí vieron la gravedad del problema”.

Para colmo de males, en esos días se produjo la rotura de un caño de agua y el pozo se llenó mucho de agua. Sin embargo, el apoderado legal de la Escuela María Auxiliadora sostiene que el problema fue solucionado y están dadas las medidas de seguridad para que los padres manden a sus hijos con confianza.

Autor: Oscar Arnau