Siguen aumentando los femicidios Por Belén Acuña

18-07-2020 Opinion

El miércoles por la noche fue asesinada otra mujer, esta vez en la localidad bonaerense de Jose León Suarez al fondo del Partido de Gral. San Martín. Anoche, su marido y principal sospechoso, quien ya había asesinado a un chico, murió al ser arrollado por un tren en lo que suponen que fue un suicidio. Mientras se desarrolla la pandemia, los femicidios siguen acumulándose y le ponen un nombre diferente al dolor todos los días, casi la totalidad de ellos siguen impunes.

Blanca Susana Sarabia es una de las más de 80 mujeres asesinadas en lo que va de la cuarentena. Según lo relevado en medios gráficos y digitales de todo el país por el Observatorio de Violencias de Género “Ahora Que Si Nos Ven”, hasta el 30 de junio fueron 162 los femicidios perpetrados; a los que hay que sumarles las decenas de intentos de asesinato que se acumulan por mes, los femicidios que no fueron noticia y todos los que ocurrieron durante lo que va de julio. Según el mismo relevamiento podríamos afirmar que el 85% de los femicidas son del círculo cercano de las víctimas, entre ellos las parejas que representan el 47% y las ex parejas el 22%.

Sarabia, de 56 años, fue apuñalada por la espalda en su propia casa en la calle Alfredo Palacios al 166. Al llegar la policía a la vivienda ya era tarde y si bien trasladaron a la víctima de urgencia al hospital Fleming, falleció antes de llegar por la gravedad de las heridas.

Carlos Alberto Flores de 40 años, apodado “El Tucumano”, es el principal sospechoso del femicidio y anoche fue encontrado muerto en la estación de trenes de Boulogne arrollado por una formación del ramal Belgrano Norte mientras la policía lo buscaba intensamente; los investigadores entienden que se trató de un suicidio.

Flores era el esposo de Sarabia con quien la víctima tenía un hijo en común, ella además tenía otra hija por parte de una relación anterior y una nieta que se encontraba allí al momento del crimen. Si bien según informaciones de Telam la pareja convivia desde hacía 15 años, la nieta de Sarabia en diálogo con Telefé explicó que desde hacía tiempo se encontraban distanciados y que si bien el hombre buscaba volver a entablar relación, la víctima “estaba firme que no quería volver con él”.

La nieta contó además que Flores “ya le había levantado la mano” a Blanca Susana; Nilda, hija de la víctima relató en el mismo medio que Sarabia no denunciaba los hechos de violencia de género porque su ex pareja y agresor “siempre la amenazaba con que le iba a matar a uno de sus hijos”.

Como muchas víctimas de violencia de género, sobrevivientes de intento de femicidio, organizaciones feministas, especialistas en el tema y testigos de miles de casos afirman, la gran mayoría de los femicidio ocurren luego de otra serie de violencias que pueden ser físicas, como golpes o empujones, aun cuando estos sean disfrazados por el agresor como “un chiste” o “como una bronca del momento”; violencias psicológicas como la manipulación, “los celos”, los comentarios dañinos que buscan oprimir a la víctima, bajarle su autoestima, aislarla de sus vínculos; violencias patrimoniales como el control sobre el dinero y los bienes de la víctima, la apropiación de una casa por ejemplo o de un auto, la “prohibición” por parte del violento de que la mujer que padece sus ataques pueda trabajar; la violencia simbólica que subordina por su género a la víctima no desde un maltrato físico o directo sino por medio de “comentarios” “costumbres culturales” “humor” “creencias” etc.

Todas estos actos que pueden parecer pequeños o invisibles y que pueden ser combinados, van profundizando la violencia hasta que una vez cada 27 hs terminan en el asesinato de una mujer.

La nieta de Sarabia, que se encontraba junto a su bebé en la casa de la víctima presenció como la mujer le pedía de buena manera al violento que se fuera y éste argumentando que había perdido las llaves de la pieza donde residía y que las estaba buscando se había quedado. Blanca Susana había recibido a su madre y a su conmadre y cuando se encontraba sola cerrando el portón de su casa luego de que ambas se fueran, el violento que en vez de buscar las llaves “estaba arreglando una estufa con un cuchillo” salió de la vivienda a encontrarse con Sarabia.

La nieta de la víctima que seguía dentro con su bebé escuchó “gritos” y por el miedo que le generó la situación decidió quedarse en el interior de la casa con su pequeño hijo. “Antes del ataque, Susana me dijo: ´Apenas se vaya Carlos cerramos todo con llave hasta que venga Maxi (el hijo en común de Sarabia y Flores) porque tengo miedo que vuelva´”

Luego del crimen Flores se echó a la fuga dejando en la carrera su teléfono celular y un bolso con ropa con el que la testigo cree que se iría a Tucuman “Él iba para allá una vez por mes porque tenía una causa por homicidio.” explicó la testigo quien detalló que Flores “estuvo preso por matar a un chico y después salió.”

Vecinos y familiares se concentraron ayer por la tarde en la casa de Sarabia en reclamo de justicia.
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CREDITO: Infonativa.com

Autor: Oscar Arnau