«Se crían con etiquetas»

02-12-2019 Opinion

La psicóloga Gabriela Dueñas, en el marco de la jornada «Infancias y adolescencias en problemas, en tiempos», que dictó días atrás en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) de esta ciudad, analizó a la «patologización» y a la «medicalización» de las infancias, como signos de esta época. También dijo que sobre ellos se cumple «la teoría del derrame», pero no del bienestar, sino del malestar, dado que absorben las angustias de los adultos.
La jornada que tuvo una masiva convocatoria, fue organizada por la docente Andrea González, desde la carrera de Educación de la UNLPam, y contó con el auspicio del Colegio de Psicólogos de La Pampa. Allí, la especialista en la niñez Gabriela Dueñas habló sobre las problemáticas que están enfrentando los más chicos en el contexto del neoliberalismo.
«Los chicos están manifestando dificultades entre comillas, en los vínculos entre pares y con los adultos, y dificultades en el aprendizaje. Estas dificultades van surgiendo entre lo que espera la escuela y lo que los nuevos escolares ponen en juego en su tránsito por las aulas. Hay una brecha entre como se manejan y aprenden, con lo que escuela espera de ellos», puntualizó la psicóloga en diálogo con LA ARENA.
«Trabajamos sobre las expectativas que tienen los docentes, debido a que tienen concepciones acerca de que es ser un niño, niña y adolescente y como deben aprender, responder y comunicarse, muy diferente a las que expresan los chicos de hoy, que son los nativos digitales», continuó la especialista, remarcando los importantes cambios que hubo en la niñez en estas últimas décadas, y planteó: «En esa brecha donde aparece la problemática de la patologización y medicalización de los escolares».
«Como no los entienden, piensan que estas diferentes actitudes son producto de deficiencias neurocognitivas conductuales y ahí es donde se mete esta problemática tan seria que está impulsada por el mercado de la industria farmacéutica, que al remedio no lo ve como un bien social sino como una mercancía», cuestionó sobre este proceso y completó: «Aparte pasan el día de consultorio en consultorio, y hay chicos que se crían con etiquetas, recorriendo consultorios y tomando medicamentos fuertísimos».

Teoría del derrame.
La prestigiosa psicóloga, señaló que en este contexto neoliberal, se derrama sobre los infantes y adolescentes, los miedos y angustias de los adultos, que tienen inestabilidad laboral, si es que tiene trabajo, y que no pueden llegar a fin de mes.
«Los padres tampoco esperan estas nuevas formas que tienen los chicos para comunicarse, porque desconocen los profundos cambios que trajeron consigo las nuevas tecnologías y las lógicas del mercado regulando la vida social. Para los profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes, es una cuestión de carácter ética, formarse para tratar de entender que esas conductas disruptivas del ámbito escolar, no son productos de patologías sino de los cambios de época que se inscriben en estos momentos en nuestro país, en una profunda crisis social, y que han sumergido a los adultos y a todo su entorno, en estados de ánimo que se derraman sobre los niños», sostuvo la especialista, quien explicó cómo funciona la «teoría del derrame» en las relaciones de padre e hijos.
«Acá funciona así la teoría del derrame, pero del derrame del malestar, cuando los padres no tienen certeza de seguir con trabajo, si van a poder seguir alquilando el lugar donde viven, si les alcanza para llegar a fin de mes», alertó Dueñas, e indicó que «esa incertidumbre se transforma en angustia, en dolor social, y esta angustia que recae sobre los niños, la portan en su mochila cuando llegan a la escuela, y la traducen a partir de la inquietud, la ansiedad, en no poder prestar atención».
Y advirtió: «Los jóvenes están poco contenidos por sus adultos porque están absolutamente sumergidos en este dolor social tan profundo. El incremento de niños que manifiestan malestar, es responsabilidad de políticas de Estado y del sistema en general que no puede leer detrás de estas dificultades».

Silenciamiento.
Dueñas además destacó que la «violencia de género está ligada a la violencia sobre la niñez», y que «la problemática de la violencia en general, no es de una familia, sino que es una problemática comunitaria». También dijo que a partir de la doble jornada de trabajo y exposiciones que se llevó a cabo en el ámbito de la Facultad de Humanas de esta ciudad, se pensó en elaborar un documento, a fin de visibilizar las situaciones que los docentes encuentran en las aulas.
«Esta tendencia a patologizarlos y medicalizarlos, además de ser un negocio, sirve como dispositivo de silenciamiento. Los niños que padecen violencia, son doblemente silenciados, porque cuando expresan en las escuelas a través de sus conductas esto que vivencian en el ámbito del hogar, a ellos les atribuyen un trastorno mental, y los maestros quedan con los brazos atados», criticó la especialista.
«Propuse elaborar un boceto de un documento, sobre la problemática con la que se encuentran a diario. Surgió la idea de armar un documento en forma conjunta con los docentes, con los trabajadores sociales y con los estudiantes avanzados, y con el respaldo del Colegio de Psicólogos», concluyó.

Crédito: www.laarena.com.ar

Autor: Oscar Arnau