¿Quién fue la Hermana Imelda? Por Claudio Hermosa

13-03-2024 Opinion

Me parece propicio en ésta fecha en la que se conmemoran 17 años de la creación de la Escuela Nº 73 “Hna. Imelda” compartir con Uds. algunas apreciaciones acerca de quién fue ésta religiosa franciscana a quien se reconoce imponiendo su nombre a la Escuela del Barrio “Sacachispas” de nuestra ciudad.
Su nombre era Lidia Esther Fabaz y había nacido en Nogoyá el 18 de diciembre de 1923.
En los años setenta la encontramos en el Instituto “San José”, profesora de la institución y además responsable de las niñas internas del Colegio.
Rigurosa y comprometida con el oficio nos dejó investigaciones muy valiosas acerca del pasado chajariense. Entre ellas podemos citar “Periodismo y periodistas de Chajarí”, publicado por el Museo Regional “Camila Quiroga” o un trabajo acerca del Correo y los primeros carteros que existieron en nuestra ciudad; entre otros importantes trabajos.
Como religiosa franciscana, su entrega se desplegaba con inmensa misericordia especialmente en el barrio “Sacachispas”, zona humilde y marginada allá por la segunda mitad de los setenta.
Los más grandes seguramente recordarán, cuando llegaba la Hna. Imelda al barrio, en algunas ocasiones acompañadas por las internas del colegio y se le acercaban rápidamente los chicos en primer lugar y junto a ellos sus adultos.
Con los chicos se reunía todas las semanas para la Catequesis y con los adultos organizaba encuentros para intercambiar miradas acerca de cómo administrar los recursos, llegar a fin de mes, nutrirse con alimentos saludables, aprender oficios, entre otras cuestiones.
La Hna. María Van de Putte que la acompañó en varias ocasiones comentaba que Imelda solía regresar del barrio ya en horas de la noche. La satisfacción de la misión cumplida no la hacía reparar en los caminos con poca luz y zonas descampadas. “Había necesidades y el carisma franciscano iluminaba”.
Más de diez años se pasó trabajando a la par junto a las familias del Barrio “Sacachispas”.
Ya jubilada viajó a Buenos Aires, Alcorta y Villaguay donde falleció el 1 de febrero de 2006, en vísperas de la fiesta de la Candelaria.
Por ello, cuando hablamos de “memoria agradecida”, cuan ejemplar es el gesto de tener hoy, en el centro del Barrio “Sacachispas” una escuela que mantenga su memoria y le rinda éste homenaje. Jamás aquella monjita franciscana que “caminaba esas calles cuando muy pocos andaban por ahí” se habría imaginado, que tantos años después toda esa siembra volvería en frutos tan inagotables como el tener una escuela en el barrio… y que ella lleve su nombre.
CREDITO:  Prof. Claudio Hermosa
Autor: Oscar Arnau