¿Por qué no aceptan que somos distintos y vivimos entre ustedes? Por Luciano Percara

08-08-2019 Opinion

Parece innecesario, estando casi en el 2020, aclarar ciertas cosas, hasta que aparecen videos como el que se difundió desde el Facebook de María Auxiliadora con el título ‘Dios nos creó varón y mujer’. Me siento ridículo aclarando esto porque no puedo creer, en el tiempo en el que estamos, que sigan desinformando de esta manera. Acá van ciertas cosas para quienes todavía no lo hayan entendido y quieran leer de lo que creo que esto se trata.

Yo crecí en Chajarí, fui todos mis años de colegio al lado de esta iglesia (incluso fui a la iglesia muchos años) y les cuento que habiendo crecido ahí en esta comunidad fue que empecé a darme cuenta que no era el tipo de niño que esta misma iglesia quería que fuera. No hubo ninguna “ideología de género introducida desde Europa”. Nací, crecí y pasé toda mi infancia y mi adolescencia ahí al ladito de la gente que promueve este video (que dicho sea de paso están muy mal informados: ser lesbiana no es querer ser hombre, entre otros errores absurdos. Si mandan a la gente a informarse, primero empiecen por ustedes.) Y NO, esta cuestión no aparece ahora irrumpiendo el orden de los heterosexuales. Esta cuestión estuvo siempre, y por largas luchas del colectivo LGTBIQ+, y después de miles de muertos por crímenes de homofobia, es que se nos dio identidad, se nos dio derechos y se nos reconoce la misma existencia que los heterosexuales. La orientación y la identidad sexual no son (ni pueden ser) cosas impuestas desde afuera. No es posible que alguien te obligue a que te guste más un género que otro, no es posible que alguien te obligue a reconocerte así o asá. Es una cuestión que viene de adentro, doy fe. Es una cuestión muy profunda e inscrita en la matriz propia de nuestras identidades como personas.

Mi experiencia como niño y adolescente gay fue la de mezclarme y disimular entre los otros para que ‘no se me note’ y por muchos años no se lo dije a nadie. Lo vivía solo, muy solo. Y les aseguro a ustedes, que dan cátedra de cómo ser y como sentir: que es muy doloroso. No se lo deseo ni a ustedes, ni a sus hijxs.

Jugué sus reglas por mucho tiempo hasta que fui al psicólogo con 18 años a tratar de encarrilar este camino ‘desviado’ (como ustedes proponen) y le conté que mi problema era que me gustaban los hombres. Y él me dijo que quizás no era un problema. Y ese día no saben el alivio que sentí.

Cada religión cree lo que quiere, claro, pero no puede negar la existencia de seres humanos diferentes, ni intentar hacer creer al resto que esas elecciones son impuestas por quien sabe qué ideología venida de no sé dónde. ¿Por qué no aceptan que somos distintos y vivimos entre ustedes? ¿Por qué tiene que venir de afuera todo lo que es diferente? La diferencia viene del centro de nosotros mismo, nosotros mismos parimos la diferencia. Hagámonos cargo y abracémosla, porque si no eso de la hermandad son solo palabras. Y videos como este lo único que hacen es legitimar a los insultos y ataques de odio a los diferentes (todavía muy frecuentes en Chajarí).

La aplicación de la Ley de Educación sexual integral es importante para dar visibilidad a los niñxs y adolescentes que no encajan en los parámetros que ustedes permiten. Negarnos la existencia es un acto horrible de censura como seres humanos, es silenciar, tapar y ocultar al diferente. Nadie va a convertir en algo distinto a nadie sino que les van a permitir a los distintos vivir libremente. No nos tenga miedo. No mordemos.

Autor: Oscar Arnau