No miremos para otro lado: la violencia convive entre nosotros Por Oscar Arnau

04-08-2020 Opinion

La idea de visibilizar esta historia no es ni la identificación ni la estigmatización de los involucrados, sino poner en consideración los niveles de violencia a la que nuestra sociedad asiste, y de la que todos somos corresponsables: violencia de pareja, violencia laboral, violencia política, violencia dialéctica, en definitiva cualquier tipo de violencia que se ejerza en el ámbito comunitario y social.
El pasado domingo, en horas de la siesta, en adyacencias de Fochesatto y Pancho Ramírez, transitaba una pareja. De acuerdo a los vecinos que cuentan las circunstancias a Tal Cual, una fuerte discusión entre los jóvenes que rápidamente, particularmente el varón, comenzó a materializar en fuertes golpes sobre la humanidad de la mujer, que puso en aviso a toda la barriada.
Esta pelea se desarrollaba cuando uno de esos vecinos, tratando de “separar” salió a la calle con un rebenque, y al mejor estilo “campero” le propinó cuatro a cinco rebencazos a “la pareja violenta” con el objeto de separarlos y propender a que los golpes cesaran sobre la mujer.
El joven agredido, rápidamente contrataca y también golpea al vecino, lo que provoca la intervención del hijo del vecino que se trenza en una pelea en defensa de su padre.
Todas estas acciones acompañadas de improperios irreproducibles entre todos los involucrados.
Precisamente el hijo del vecino habría vociferado “hay que ser poco hombre para pegarle a una mujer” y rápidamente los mismos vecinos le hicieron “recordar” que tiene antecedentes de violencia con su mujer meses atrás, por lo que la violencia callejera se trastocó en una discusión barrial entre un joven violento, una mujer golpeada y agredida, un vecino a rebencazos y el hijo de este también violento.
Una síntesis de la sociedad en la que vivimos y de la que solamente nosotros somos responsables para poder cambiarla.

Autor: Oscar Arnau