No es una efeméride, no es un aniversario más…es MEMORIA

24-03-2021 Opinion

Podríamos pensar que es «un aniversario más» «un recordatorio más», pero no, no es un aniversario más, no es un recordatorio más, porque en este 24 de marzo de 2021 se resignifica la historia, que siempre se edificó sobre la MEMORIA. La memoria a diferencia de la historia, es la que nos atraviesa cuando nos pasa, es la que nos recuerda que aquello sucedió, pero que hoy también sucede.

Memoria tiene que ver con aprendizaje del pasado. Memoria es recordar que la Dictadura más sangrienta de nuestro país, no solo fue producto de un grupo de integrantes de las fuerzas armadas desquiciados, sino que fue parte de un plan continental que pretendía reinstaurar un sistema económico de explotación y sometimiento, donde la divergencia de opinión era considerada terrorismo y subversión. Las fuerzas armadas fueron el brazo ejecutor de un ideario civil de la casta dominante, que pretendió mantener a cualquier precio el status quo del colonialismo europeizante del SXVIII. Vender por cuatro lo que manos esclavas producían por dos.

Estudiar, conocer, deshilvanar los hilos del entramado que instauró las dictaduras en América Latina, y poder relacionar con la realidad de los países de esta América del Sur, donde ha cambiado el brazo ejecutor – en algunos casos- pero no la intención real y profunda de las elites, de resistirse por todos los medios posibles a las condiciones de justicia social, igualdad de derecho y justo reparto de la riqueza. Es tener memoria

Aquella dictadura no vino a sacar del poder a una mujer débil, que ni siquiera quería ocuparlo, sin formación ni trayectoria política, que ante el fallecimiento de su esposo y presidente solicita ayuda al campo político y las miradas egoístas de la época dejan sola. Con la inocencia de creer que, una vez más, la dictadura se ocuparía de cambiar de manos el poder político. Sin evaluar el contexto internacional, el progreso de las dictaduras en nuestro país y en la región a lo largo del SXX. Sin capacidad de observar la disputa y el tiempo histórico preciso. Todo eso nos llevó a la más negra de las noches.

La dictadura no solo fue desaparición forzada, tortura y campos de concentración, la dictadura fue endeudamiento, naturalización de una justicia diferencial para los ricos – ladrones de guantes blancos-, fue quita de derechos laborales, económicos y sociales; fue ampliar la brecha de desigualdad. Fue detener el progreso educativo, científico y de conocimiento de un país que se proyectaba para liderar estos campos, con el ideario de una sociedad lúcidamente crítica y ansiosa de nuevos conocimientos, en igualdad de condiciones para todos y todas las integrantes de las diversas clases sociales. En los años 60 y 70 las escuelas secundarias se llenaban de estudiantes pobres y las universidades de hijos de trabajadores. Ese complejo entramado fue la dictadura.

El 24 de marzo no es un día más; es un día para desentrañar los intereses que la provocaron. Los militares solo fueron la herramienta, luego fue la justicia, los medios de comunicación, ahora lo son las face new, pero los objetivos son los mismos.

La dictadura cívico-militar de 1976 debe ser revisada una y otra vez, a modo de manual de uso. Desaparecidos, torturados, exiliados. ¿Quienes? Estudiantes, jóvenes, militantes gremiales, solidarios sociales que asistían en comedores, docentes universitarios, pensadores científicos… y niños recién nacidos. Comprender de qué forma estos 30 mil pudieron ser peligrosos. ¿Peligrosos para quiénes y para quién? Analizar esto, nos situará en el hoy, hacia dónde nos dirigimos, cuáles son las herramientas que hoy se utilizan, para lograr los mismos objetivos que busco la dictadura, porque aquellos intereses siguen hoy tan vigentes como en 1976.

 

Lic. Verónica López. Tekoá Cooperativa de Trabajo para la Educación

Autor: Oscar Arnau