Nuevamente mi presencia en el Honorable Concejo Deliberante me provocó una profunda tristeza. Pero esa tristeza no tiene que ver directamente proporcional con quienes hoy ostentan mi representación sino una tristeza con nosotros mismos que evidentemente hemos sido incapaces para elegir, votar, llámelo como quiera, a los representantes que hoy deberían estar del lado de los vecinos.
Para tratar de ser “políticamente correcto” digo concretamente: estamos en manos de, por lo menos, irresponsables políticos.
Los vecinos dieron alguna señal que se tomen las cosas en serio, preguntan, se reúnen, convocan y lamentablemente del otro lado da toda la sensación de que SE LES ESTA TOMANDO EL PELO, con un aire de indeferencia, sobrador, irrespetuoso, absolutamente destrancado de las vicisitudes sociales y económicas en que hoy está no solamente los vecinos damnificados, sino gran parte de la población.
La vinculación dialéctica, física y visual está casi totalmente rota entre nuestros representantes y nosotros, están situados en un pedestal superior en donde “creen”, totalmente equivocados, que las decisiones tomadas en el recinto de la democracia son indiscutibles, superiores y negadas a toda revisión.
Pero lo que más, al menos personalmente me preocupa y entristece, es la falta de profundidad en el debate que debe darse en situaciones neurálgicas para la vida de una comunidad.
Con esto no digo que DEBAN SABER DE TODOS pero LOS CONCEJALES ESTAN OBLIGADOS A buscar toda herramienta que no solamente les lleve claridad a su decisión, sino también puedan explicar políticamente y correctamente a la población, las afirmaciones o las negativas que definen en las sesiones.
A veces los vecinos, que no tienen la dinámica de un cuerpo legislativo, poseen más información específica para sustentar sus opiniones buscando, preguntando e investigando y lamentablemente nuestros CONCEJALES ocupan una banca, y solamente ponen en funcionamiento el esquema formal de un cuerpo que debe decidir, votar y el que tiene mayoría gana y a veces el que tiene minoría ni discute.
Estimados Concejales: están a tiempo de intentar un cambio de rumbo, siempre respetando cada uno de sus pensamientos políticos por los cuales la ciudadanía los ha colocado en dicho lugar, y sin temor a equivocarme, ni el radicalismo ni el peronismo, en nombre de todos sus dirigentes hubiera pergeniado una discusión tan insulsa, tan gris y tan olvidable, para una comunidad fuerte, trabajadora, sensible y por sobre todo inteligente.
Hago votos, ojalá en mayoría, para que esto suceda.
POR OSCAR ARNAU – DIRECTOR TAL CUAL MEDIOS
