Hay pequeñas historias ciudadanas, cuyos protagonistas son nuestros propios vecinos, que merecen ser contadas. Esta acción de contar, al menos desde nuestro lugar, no tiene como objetivo ensalzar dichas actitudes, sino socializar que las mismas siguen presentes en lo más íntimo de nuestra sociedad y ante tanta “mala onda” de que está “todo perdido” estas perlitas son la verdadera reserva que nuestra gente posee y que aflora en los momentos en que realmente se los necesita.
En la noche de este martes, tal como lo contábamos, se produjo un incendio que lamentablemente destruyó la totalidad de una vivienda, no obstante, el combate contra las llamas que se extendió hasta cerca de la medianoche los bomberos lograron extinguir las llamas de la vivienda incendiada y trajo alivio a los vecinos que vieron angustiados cómo sus casas corrían el riesgo de ser devoradas por las llamas.
Una de las viviendas que estuvo amenazada por el fuego pertenece a un conocido federaense y su familia quién vive y desarrolla su actividad comercial en Chajarí y que por estos días no se encontraban en la localidad.
Pero la historia es qué años atrás, este en su confianza en un vecino y quién sabe por qué circunstancia, tal vez en la esperanza que daría todo por si algo ocurriera en su hogar, le entregó un juego de llaves la que hoy fueron de utilidad para abrir las puertas de la casa en su ausencia y permitir mitigar las llamas que comenzaban a prender en los tirantes de madera.
En el lugar los bomberos atacaron el fuego por el fondo de la casa vecina donde sus moradores acumulaban mucha mugre en forma compulsiva poniendo como sucedió en riesgo la tranquilidad del vecindario
En la foto, el vecino de apellido Pereyra qué acudió rápidamente y no dudo en sumarse a los bomberos para salvar la casa de quien le había confiado las llaves en su oportunidad, y completa la foto una mujer de “Alma dulce” quién en soledad, no dudo en acercarse con una botella de agua fresca y vasos con hielo para apagar la sed y aliviar el agobio y el cansancio del vecino y de los bomberos y bomberas mientras hacían un alto para reponer fuerzas tras ardua y responsable tarea
CRONICA Y FOTOS: EDGARDO DALLACAMINA
