Como era y que representaba este particular periodo de la vida de esos jóvenes llamado: LA COLIMBA
Una de las etapas más recordadas en la mente de un joven (en los tiempos en que el servicio militar era obligatorio) es la vivida en la colimba. Para algunos fue puro sufrimiento, para otros fue indiferente y para la mayoría, uno de los mejores momentos de su vida. Según podemos inferir, gran parte de los que cumplieron con su servicio, están conformes y agradecidos con lo que aprendieron y con lo que vivieron.
Seguramente todos recuerdan Las cuadras, la plaza de armas, la instrucción en al monte, el equipo que cada uno cuidaba con recelo y todo ese mundo de gritos, ordenes, esfuerzo físico, horarios, guardias, marchas, presión, saltos carreras, tácticas y demás yerbas, que en realidad no representaban gran cosa, pues teníamos 18 años y nuestros físicos eran agiles y fuertes y por consiguiente podían soportar eso y mucho más.
No obstante, aún con todas esas “exigencias” y aún con opiniones variadas, podemos decir que, cada año ingresaban jóvenes temerosos y egresaban hombres decididos que:
EN SOLO UN AÑO
*Algunos entraban analfabetos y salían sabiendo leer y escribir
*En solo un año, muchos aprendían de higiene personal
*Que muchos de los que ingresaban tenían por primera vez sus 3 comidas al día organizadas
*Que muchos dormían por primera vez en camas
*Que todos tenían atención médica y muchos eran curados de afecciones que ni siquiera sabían que tenían
*Que, en solo un año, todos aprendían disciplina, respeto, camaradería y trabajo en equipo.
*Que muchos aprendían un oficio
*Todos vestían ropa limpia
*Que varios entraban con exceso de peso y salían hechos con cuerpos moldeados
*Algunos de casi no saber hablar se convertían en hombres educados y respetuosos
*Y todos aprendían a valorar a su país, a su pueblo y a su familia
PERO LO MÁS INCREÍBLE que sucedía, es que SOLO BASTABA UN AÑO para que naciera la amistad más fuerte y perenne entre un grupo de hombres, que compartían penas y alegrías en ese particular periodo de sus vidas. Este era un lazo invisible pero indestructible. Era un hermano, era un amigo, era esa alegría de encontrase después de un franco y es emoción encontrarse después de 20, 30 o 40 años y estrecharse en un abrazo. Esa amistad, se sostendría por el resto de sus vidas, aún si se mantuvieran en contacto o no.
Hoy saludo a las distintas clases que revistaron en distintos regimientos, pero en especial a la clase 1963
del RC TAN 7 de Chajari en donde presté el servicio en el año 1982.
Amigos de la colimba… ¡Ha sido un honor servir a la patria junto a Ustedes!
«Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro». General
Manuel Belgrano
Cada 3 de junio se celebra en nuestro país el Día del Soldado Argentino en conmemoración al natalicio del General Manuel Belgrano en 1770. Esta fecha fue sancionada el 11 de mayo de 1994 mediante la ley
N° 24.323 en la que se reconoce “al personal de soldados voluntarios por su moral, ética, espíritu de sacrificio, contracción al trabajo, camaradería y compromiso con los ideales republicanos y con los valores que identificaron al General Belgrano”.
Nota: También quiero agradecer a los Oficiales, Suboficiales y personal del regimiento de esa época, por la dura tarea de formar responsablemente cada año, a miles de jóvenes, quedando impregnados para siempre en nuestro ser.
