Con la muerte de Fidel Castro, se va uno de los líderes políticos que no pasó desapercibido por la historia. Una figura que nadie se la puede imaginar sin asociarla con otro espíritu revolucionario como lo fue el “Che” Guevara.
Su lucha fue incansable, primero por la liberación del pueblo cubano, luego para mantener con vida la Revolución y finalmente una lucha desigual contra la muerte que no se privó de librarla, ganando muchas batallas y quizá ganó la más importante, la de permanecer en la memoria colectiva.
Existe hoy un reconocimiento casi unánime por parte de la comunidad internacional al desarrollo del sistema de salud que lograron crear, transformándose en un ejemplo por la calidad de sus profesionales, en distintas ramas de la medicina, que se moldean en la adversidad y con una gran escasez de recursos económicos, pero que no afectan en lo más mínimo en la formación académica.
Hay que destacar además la tremenda dignidad del pueblo cubano con la que soportó el bloqueo internacional y al aislamiento internacional al que fue sometido y muy a pesar de ello esa Revolución sigue vigente.
Quienes no han tenido la posibilidad de conocer esa pequeña isla del Caribe, igualmente la pueden describir por la infinidad de relatos, poesías, canciones y películas donde describen cada centímetro del lugar que está plagado de historia de valerosos corazones que entregaron su vida por un ideal.
Fidel Castro deja como legado a su pueblo y a sus numerosos admiradores de alrededor del mundo esa actitud de rebeldía y de compromiso con su pueblo; deja además el recuerdo de su rica oratoria plasmados en numerosos discursos que circulan por internet que son fuente permanente de consulta por su particular manera de ver el mundo desde la visión de un estadista.
Partió un líder político que ha generado controversias pero su enorme figura trasciende esas diferencias y seguramente de esos muchos errores que se le adjudican “la historia lo absolverá” como acostumbraba a expresarlo.
Mi humilde homenaje en este día tan triste, al último líder político del Siglo XX, a un verdadero espíritu revolucionario que parte para dejar que el mundo comience a construir el pedestal que su nombre ocupará en la historia.
