Federalismo, Desarrollo Regional y Diálogo Institucional (*)

09-03-2021 Opinion

Tenemos el deber de pensar en todo lo conducente a la prosperidad de nuestra región, sin egoísmos y con objetivos patrióticos, en un proceso de integración de acciones de las diferentes administraciones del estado y la sociedad civil en unidad de planificación en pos de esfuerzos comunes”.-

Los tres conceptos del título hablan por sí solo de la vinculación de poder unir en el desarrollo de un pequeño trabajo que solo pretende llamar la atención decididamente por donde pasan los pilares centrales de la elaboración de un pensamiento y que se puede sumar a otros pensamientos diversos en la pluralidad participativa de conformar una visión unificada para realizar una síntesis.

En varios artículos que he publicado: El Norte olvidado: hace falta imaginación institucional y formación intelectual –educación-; Educación y Pobreza: un objetivo prioritario; La geopolítica y la geoestrategía aplicada al norte entrerriano y sur correntino como bloque regional, todos estos trabajos fueron publicados en TalCual Chajarí, nos referimos a la necesidad de ampliar el zoom y pasar de lo meramente local, a otros planos o niveles estratificados como es lo Departamental y fundamentalmente lo Regional. Este análisis es un recurso pedagógico que se usa para definir y conceptualizar zonas de conocimiento y mirar a territorios muchos más amplios y para instalar un discurso comunicacional en la región de modo coherente y unificado; por ello, se torna imprescindible que hablemos un mismo lenguaje.-

Nos hemos referido en un trabajo anterior, a la geopolítica y a la geoestratégica para el norte entrerriano y sur correntino, a los fines de conformar un bloque regional en lo político institucional,  y en la vinculación de todos nuestros pueblos, ciudades, etc., para relacionarnos, asociarnos, colaborar y establecer bases solidarias, tratando de privilegiar un enfoque globalizado para tener una mira amplia y no sesgada a lo meramente local y a su vez, tener mayor peso en las decisiones del poder en todos los ámbitos donde se resuelven nuestros intereses y es ahí donde necesitamos personas comprometidas con esta mirada.-

Ahora bien, para hacer honor al título comenzamos diciendo que es presupuesto de un auténtico federalismo económico la concreción del desarrollo regional, donde el federalismo es un instrumento para la república y la democracia conforma un instrumento para la libertad, por lo que supone la participación del hombre en el quehacer de su propio destino y en la afirmación del diálogo institucional entre todos los sectores de la sociedad civil y el Estado, en un juego dialógico con un claro sentido educativo.

Se debe apuntar a lograr la participación real y plena en lo político, económico, social, cultural, educativo y espiritual, para ello es necesario ensamblar federalismo con el diálogo institucional, porque es  precisamente el federalismo el lenguaje institucional de nuestro sistema republicano y el diálogo el presupuesto de la participación comprometida con voluntad y con el firme propósito de disminuir las diferencias existentes, predisponiendo el espíritu al logro de la verdad. El diálogo debe comenzar indispensablemente entre todos, repudiando el monólogo o el pensamiento único.

Desde luego, no hay dudas que la región es un espacio territorial cuya población participa por su historia, costumbre, cultura e idiosincrasia en un destino común que propende a su  integración y desarrollo. También la región es una alternativa válida para la integración, promoción y progreso de las provincias. Sin perjuicios de las dificultades que se padecen en cuanto al aislamiento, polos aglutinantes y procesos migratorios como problemas medulares.

Sentado esto, es claro que la acción debe orientarse hacia diferentes campos, como es lo social, económico, y geopolítico, sobre todo en el norte entrerriano y el sur correntino, donde se encuentra una desproporción y un desequilibrio en el reparto de las potencialidades materiales y los recursos humanos, en la infraestructura etc., con disparidades en el desenvolvimiento económico frentes a otras parte de dichas provincias. Los gobernadores de Entre Ríos y  Corrientes tendrían que ver y trabajar en estos conceptos para mejorar las asimetrías y la vida de todos estos pueblos, coordinando presupuestos y actividades en este objetivo interesando incluso a los Legisladores Nacionales. Los Presidentes Municipales, no advierten la importancia de esta gran meta, toda vez, que no forma parte de sus discursos en los Concejos Deliberantes en cada año en la apertura de sesiones, solamente se piensa en un vuelo de cabotaje a lo meramente local, sin crear un sistema sinérgico entre el campo y la ciudad con proyecciones más amplia para beneficiar a toda la región y fundamentalmente a los más débiles.

Que, sin perjuicio de lo expresado, el subdesarrollo que va de la mano de la disparidad que hoy existe y son claramente observables, pero a través del desenvolvimiento económico y de las inversiones privadas en la región, se atenúan las diferencias e integran los espacios territoriales y a eso se debe propender decididamente en un acuerdo entre provincias y ciudades con un apoyo nacional que contribuya firmemente a esta integración y coordinación donde ambas zonas geográficas que son las más vulnerables en cada una de las provincias aludidas, necesitan una planificación unificada en todos los aspectos relevantes para sustentar un Estado moderno en el siglo XXI.

Pero todo esto, como se comprende bien, son tres los grandes objetivos que debemos tener en cuenta como elementos inescindible en esta tarea, uno está dado, por la regionalización en los aspectos antes indicados, pero además, de una planificación unificada que regule la infraestructura que requiere la ejecución de proyectos agroindustriales, sociales, culturales etc. apuntando en cuestiones como, educación, energía, gas, caminos, transporte, universidades, vivienda, conectividad, ciencia y técnica, salubridad etc., por el  otro lado, generar sistemas promocionales a la región promovida, para la desconcentración geográfica, consolidar el arraigo de la población en la fronteras interprovinciales, mediante exención, reducción, suspensión, desgravación y diferimientos de tributos, facilidades de compra, locación o comodato de bienes del dominio del Estado, etc. y por último, la expansión de la capacidad agroindustrial de la región, fortaleciendo la participación de la empresa privada en este proceso, como agente de crecimiento a través de la inversión privada que genera gobernabilidad, no se descarta que subsidiariamente podría de modo excepcional y restrictivamente proveer la intervención de la empresa pública. Pero además, debemos pensar en las nuevas instalaciones agroindustriales y a su ampliación, modernización, especialización, integración, de lo que pueda constituir una estrategia y necesidad de crecimiento y desarrollo para la región mirando al futuro, en esa planificación coordinada e integrada que brilla por su ausencia.

Ahora bien, limitado nuestro discurso a la región como una alternativa en la estructura y dinámica de un Estado federal, sin que esta sea una entidad distinta de la provincia, es simplemente la integración y coordinación de esfuerzos en pos de los intereses comunes que se necesitan amalgamar. Al lograr esto, naturalmente, surgirá el regionalismo con una estructura provincial sólida y autónoma; por ello los estados provinciales no pueden continuar ausentes de ese proceso de deterioro, por lo que se necesita prioritariamente una organización y planificación unificada de modo integral, que no implica solo el uso del espacio sino también las delimitaciones de localizaciones y emplazamientos poblacionales, industriales y recreativos con un presupuesto participativo conjunto de ambas provincia, donde la previsión, regulación, protección y fiscalización abarque a todos los sectores comunitario.

Este es el camino de trabajo y de metas a cumplir para consolidar ambas zonas que le falta la mirada atenta de un estado proactivo, coordinado y comprometido con las transformaciones que se deben generarse en conjunto.-

(*) Dr. Claudio Fabián García

Abogado del Foro Departamento Feliciano

 

 

Autor: Oscar Arnau