Están pasando demasiadas cosas en la Argentina Por Oscar Arnau

12-09-2018 Opinion

Están pasando demasiadas cosas en la Argentina para mantenernos al margen y no sensibilizarnos con  sectores muy vastos de la sociedad que hoy están sufriendo. Al ya archiconocido “momento crítico en la economía” en donde la comida está escaseando en las familias más vulnerables, donde ya los sueldos no alcanzan para llegar a fin de mes, políticas erráticas para economías regionales como la nuestra y arriba tener que escuchar con un nudo en la garganta a un ex dirigente (no lo nombro porque no se merece pero todos saben de quien hablo) diciendo “armen un partido político si quieren cambiar”, cuando debería tener coherencia y defender aquello principios olvidados en el corte de ruta.

Jubilados que se “mueren” sin remedios, sin atención medica acorde a su edad y hay algunos todavía “comunicadores famosos locales” y otros “políticos-comunicadores” que se “preocupan” porque un funcionario provincial no invitó a los intendentes para la entrega de escrituras? Nos damos cuentas realmente que estamos discutiendo? Nos damos cuenta realmente que la crisis nos está pasando por encima y cada uno está defendiendo la “quintita que le toca”?.

Si, ya los escucho van a salir a contestar con la corrupción, con los bolsos, con los cuadernos, que los últimos 70 años y seguramente aparecerán “más causas” para entorpecer el entendimiento de la gente. Pero no importa porque cada uno sabemos de qué lado vamos a estar cuando esto se desmadre y nadie quiera jugar su pellejo en la calle y por la gente.

Hoy torturaron a una docente y le grabaron en su vientre con un punzón “no más ollas”, esas son las cosas que están pasando en la Argentina, no nos hagamos los boludos y reaccionemos, se están poniendo el país en la cabeza y lamentablemente los de abajo seremos siempre los que terminarán pagando los platos rotos.

Tranquilos pero firmes, fuertes pero no anárquicos, sanguíneos pero sin armas, es hora que todos, absolutamente todos empecemos a llamar las cosas por su nombre y dejémonos de “declaraciones clericales” que parecen hechas desde un púlpito para realmente reconocer que vamos por el camino equivocado y que este camino en el tiempo es el saqueo mismo de la nación pagada por los que menos tienen.

Ojalá estemos a tiempo, lleguemos a horario para entender un país más justo, más sensible y con menos odio.

Autor: Oscar Arnau