Se murió el payaso, el mago, el arlequín,
prestidigitador, ilusionista,
desfachatado charlatán, bromista,
guasón, encantador, adivino, festín
para los que lo vimos, chiquilín.
Titiritero, saltimbanqui, artista
que saltaba sin red, equilibrista.
Hechicero, quijote, paladín,
justiciero, vengador de bajezas
siempre dichas a pobres y “cabezas”…
Y, sí… Se murió el Diego, la alegría…
Aunque cueste aceptar, es la verdad.
Es la desprotección, la soledad.
Chau supermán, fantasma, fantasía…
Autor: Marcelo Carranza