Diego, mancharon la pelota (y de la peor manera) Por Marcelo Carranza

04-04-2018 Opinion

Aquel discurso conmovido de Diego Maradona en La Bombonera diciendo que “la pelota no se mancha”, aludía a que ni sus reconocidas adicciones podrían ensuciar a su deporte.

Diego lloraba abrazando a sus hijas y repetía como un ruego “la pelota no se mancha”. Decía que se hacía cargo de sus “pecados”, que el fútbol no tenía nada que ver con sus tropiezos, que estaba limpio.

Hoy unos canallas todavía anónimos (respetando el principio constitucional), tienen una organización dedicada al abuso y prostitución de niños y jóvenes jugadores de fútbol.

Estos inmorales se aprovechan de chicos que llegan, desarraigados, llenos de ilusiones a vivir en las pensiones que los clubes tienen en Buenos Aires, esperando una oportunidad que pocas veces llega.

No creo en la condena social de los argentinos. Héctor Veira, el Bambino, es un violador probado y condenado que es ovacionado en los estadios. Figura en la TV, “periodista”. Un simpático que hasta tiene una página en internet con sus “bambifrases”. Un gracioso. Pero un violador que debería ser ignorado, por lo menos. ¿Qué ya cumplió su condena? No importa, un violador será siempre un violador. Tarde o temprano recaerá. Es una cuestión de oportunidades.

Cuando sepamos los nombres que se intuyen, la sociedad íntegra deberá reaccionar como se espera. Jamás se leerá o verá por tv al periodista. Nunca se votará al político. Cada uno de estos monstruos, se dedique a lo que dedique deberá sentirse acorralado. No volverá a estar cómodo fuera de su casa.

Han manchado la pelota, Diego, del peor modo imaginable. Los argentinos tenemos que limpiarla a cualquier costo. Nuestros chicos tienen que jugar tranquilos. Debemos imponernos esto.

Marcelo Carranza, 4/4/18

Autor: Oscar Arnau