«Decían que el glifosato se perdía y hoy está en todos lados»

02-09-2016 Opinion

El ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá, quien se encuentra en Paraná participando de la Jornada de Desarrollo Rural, advirtió que el herbicida «está en el río Paraná, en las huertas, en los trigos. Entonces. ¿Qué nos decían?», preguntó.
El ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá se encuentra en Paraná participando como disertante en la jornada de Desarrollo Rural que se lleva adelante bajo el lema «la Agroecología extensiva, la experiencia de la chacra Barrow».

El presidente del centro de Graduados de la Universidad Nacional de La Plata, habló del impacto que causó el informe del Conicet sobre la presencia de Glifosato en el río Paraná: «Decían que el glifosato se perdía y hoy está en todos lados. Está en el río Paraná, en las huertas, en los trigos, en todos lados. Entonces. ¿Qué nos decían?», se preguntó el extensionista y asesor privado en agroecología extensiva.

Cerdá subrayó que llegaron a la capital provincial para decirle al productor que, justamente, se puede producir sin utilizar agroquímicos y «que es muy ventajoso para el productor».

«Se puede producir con más rendimiento, con menos costo lo que es más seguro para el productor», resaltó en la sede del colegio de Ingenieros Agrónomos de Entre Ríos.

Si bien en todas las ciudades que visita aparecen productores interesados, el problema, es que no hay profesionales formados para acompañarlos. «Las universidades no están poniendo a la agroecología como una cátedra, salvo en la Universidad de La Plata, en donde para conseguir el título de ingeniero agrónomo tenés que cursar Agroecología. Hay muchos tipos de agricultura, por qué enseñan solo la predominante. La actual, la que está tocando el límite», subrayó advirtiendo que, entre los límites, se encuentra la salud humana. Además ya descubrieron unas 30 malezas resistentes por lo que se agranda el círculo vicioso.

«En los últimos tres años, el costo de controlar las malezas en soja pasó de 20 a 60 y ahora está en 120 dólares por hectárea. En el mismo lapso aumentó a 900 millones de dólares el gasto de herbicida de los productores. Aumentan, las plagas y el nivel de fertilizante. Qué productor va a quedar. Es un problema para las comunidades. Lo tienen que advertir los municipios y los gobiernos», aseguró el especialista.

La cifra actualizada de Agroecología en campos argentinos se encuentra en 12.500 hectáreas.

«Hay una efervescencia, una intención y una ganas de los productores que empiezan a disfrutar otra vez del campo. Dicen, ‘vamos dejar de usar’, porque se interesar en su campo y disfrutan. Y no están pendientes en que si tienen que echar un litro, un litro y medio. Eso enajena», reconoció el profesional del mundialmente reconocido campo La Aurora.

Este año comenzó a trabajar en un campo de Gualeguaychú con un importante apoyo de la Municipalidad.

En Entre Ríos es clave que los agrónomos se involucren porque se conoció la presencia de glifosato en el río Paraná, el curso de agua que además inunda las ciudades porque los campos no absorben el agua. El recurso contaminado que produce gravísimas enfermedades.

Autor: Oscar Arnau