Avanzando a pesar del miedo: Descubriendo nuestro poder interior Por Natalia Paoli

27-05-2023 Opinion

En la vida, nos enfrentamos a una serie de miedos que pueden limitar nuestro crecimiento personal y profesional. Desde el temor a la inestabilidad financiera hasta el miedo a hablar en público, estos miedos pueden convertirse en monstruos que amenazan nuestra felicidad y bienestar. Por eso, es fundamental educarnos acerca de nuestras emociones y aprender a vivir plenamente.

En este artículo, te propongo reflexionar sobre los miedos y adquirir algunas claves que quizás te ayuden a superarlos.

¿Qué es el miedo?

El miedo es una emoción, una respuesta natural ante lo desconocido. Cuando nos encontramos en situaciones inciertas o percibimos una circunstancia como amenazante, nuestro cerebro activa una serie de respuestas fisiológicas, desencadenando el sistema de respuesta al estrés, también conocido como «lucha o huida».

En esta respuesta, la amígdala, una estructura en el cerebro asociada con el procesamiento de emociones, desencadena la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas preparan al cuerpo para responder de manera rápida y eficiente ante la amenaza. Entonces; nuestro corazón late más rápido, la presión arterial se eleva para suministrar más sangre y oxígeno a los músculos, nuestras pupilas se ensanchan para mejorar la visión y percibir mejor el entorno, la sudoración aumenta para enfriar el cuerpo y mejorar el agarre en las manos, y la respiración se vuelve más rápida y superficial para incrementar el suministro de oxígeno, además, el hígado libera glucosa adicional para proporcionar energía rápida a los músculos. Todo esto es útil cuando estamos frente a una amenaza física real, cuando nos corre un tigre dientes de sable, un león o hay un incendio, pero…

La mayoría de las veces, lo que activa este mecanismo es un peligro imaginario. Como nuestra mente no distingue entre lo real y lo imaginario, activa este mecanismo a través de nuestras imágenes mentales y pensamientos negativos, cómo: «se van a reír de mí», «no soy capaz», «voy a quedar en la calle», «no tengo las habilidades para», «ya soy grande para esto», «no va a querer nada conmigo”.

Estamos creando imágenes mentales de supuestos que en el 99,9% de las veces no se cumplirán. Aunque sea solo un diálogo interno y no sea real, activamos una cascada de hormonas que nos impiden avanzar hacia nuestras metas. El miedo es una emoción poderosa que puede paralizarnos y limitar nuestras posibilidades. La clave está en reconocer que el miedo es solo una ilusión creada por nuestra mente.

Si bien el miedo puede ser útil en ciertas situaciones, como para evitar riesgos físicos o tomar precauciones, también puede convertirse en un obstáculo cuando nos paraliza y no nos permite avanzar hacia nuestros sueños.

 

 

Veamos un cuento inspirado en muchos otros cuentos:
Había una vez un joven llamado Martín que vivía en un pequeño pueblo. Martín era conocido por su valentía y su espíritu aventurero, pero tenía un miedo que lo atormentaba: el miedo a la oscuridad.

Cada noche, cuando el sol se ocultaba y las sombras cubrían su habitación, Martín sentía un escalofrío recorrer su espalda. El miedo se apoderaba de él y le impedía disfrutar de las noches estrelladas y de los sueños más profundos.

Desesperado por superar su miedo, Martín decidió buscar ayuda en un sabio anciano del pueblo. El anciano le dijo: «Martín, el miedo a la oscuridad es solo el reflejo de tus propios temores internos. Pero recuerda que la oscuridad también alberga la posibilidad de encontrar la luz».

Martín quedó intrigado por las palabras del anciano y le pidió que le explicara más. El sabio continuó: «Cuando te enfrentas a la oscuridad, tienes dos opciones: puedes cerrar los ojos y dejar que el miedo te paralice, o puedes abrir los ojos y buscar la luz que brilla en medio de la penumbra».

Martín entendió que debía dejar de evadir su miedo y confrontarlo directamente. Esa noche, decidió apagar todas las luces de su habitación y sumergirse en la oscuridad.

Al principio, sintió un profundo temor, pero poco a poco, comenzó a percibir una tenue luz en la distancia. Se acercó a ella y descubrió que provenía de una pequeña vela encendida en un rincón de la habitación.

El anciano le había dejado la vela como un recordatorio de que siempre habría luz incluso en los momentos más oscuros. Martín se dio cuenta de que la oscuridad no era tan aterradora como parecía. Encontró coraje en su interior y supo que podía enfrentar cualquier miedo que se cruzara en su camino.

A partir de ese momento, Martín dejó de temer a la oscuridad. Aprendió a verla como una oportunidad para encontrar la luz, tanto en su vida como en la de los demás.

El cuento de Martín y su lucha contra el miedo a la oscuridad se extendió por todo el pueblo. La gente aprendió a enfrentar sus temores y a buscar la luz incluso en los momentos más oscuros.

Y así, Martín se convirtió en un símbolo de valentía y superación. Inspiró a otros a enfrentar sus propios miedos, recordándoles que siempre hay una luz que brilla en lo más profundo de la oscuridad.

 

 

Transformando los Miedos:

 

¿Qué te pareció la historia de Martín?

 

¿Alguna vez creaste monstruos mentales, ilusiones que te paralizaban? Yo si, por eso quiero compartir con vos una manera para cambiar eso, así como lo hizo Martín, vos también podés.

 

Tomá lapiz y papel y veamos algunos pasos que pueden ayudarte a transformar tus propios miedos en oportunidades de crecimiento:

 

1- Reconocé y aceptá: Aceptá que los miedos forman parte de nuestra experiencia humana y reconocé su presencia en tu vida. Abrazar la emoción es darle lugar y permitirte crecer, conectando con lo que es valioso para vos.

 

2- Observá tus pensamientos: «No voy a poder», «es muy peligroso», «no soy suficiente», «no es para mí», «ya soy grande para..», «otros lo hacen mejor»… ¿Cuáles son las creencias que alimentan tus miedos.

 

3- Cuestioná:  Preguntate si es verdad eso que te decís, busca evidencias que las respalden o las contradigan.

Por ejemplo «soy grande para eso». Preguntate: ¿es verdad?, ¿soy grande para eso o estoy vivo y puedo hacer lo que desee sin importar la edad?, ¿quién dice que soy grande para eso?. Enfrentate a esa creencia y vas a ver que es una ilusión. No me creas, comprobalo.
4- Reemplazá los pensamientos negativos: Si esos pensamientos sobre esa situación que te da miedo no te ayudan, no te hacen sentir bien, es hora de cambiarlas y de redefinir tus miedos como desafíos emocionantes. Pensá en el regalo que hay del otro lado del miedo. ¿Qué ganas si caminas hacia eso que hasta hoy te paraliza?
5- Acción y Persistencia: Da pasos valientes y enfrenta gradualmente tus miedos. Toma medidas concretas para superarlos, incluso si sentís incomodidad. La persistencia y la práctica constante son fundamentales para liberar tu poder interior.

 

Entonces, abrazá ese miedo, caminá junto a él, cómo hizo Martín, cada paso va a ser iluminado en tu camino. No te detengas, andá hacia eso, todo lo lindo está del otro lado del miedo.

 

Y si llegaste hasta acá con la lectura y te gustó leer esto, es momento de dejar tu comentario en la página de facebook del diario y compartir con otros este artículo que puede ayudar mucho a quién lo esté necesitando.

 

¡¡¡Te abrazo fuerte!!! Nati.

POR NATALIA PAOLI

Autor: Oscar Arnau