Algunas reflexiones en torno al “coronavirus” Por el Lic. Luis Enrique Capeletti*

En este tema presente del virus denominado SARS-CoV2 y su enfermedad COVID-19, el virus que salió al estrellato mundial en 2020, hay varios niveles de análisis (económicos, políticos, sociológicos, biológicos, médicos) que, en los medios de comunicación, las nuevas agendas gubernamentales, las charlas familiares y diversos analistas (algunos de dudosa índole) se mezclan y enrevesan haciendo que nadie entienda y se propaguen, no tanto así el virus, como los erróneos, ingenuos o intencionados, datos y/o interpretaciones.
Un primer nivel asociado a la . Es decir, como una gran entelequia, que dirige y gobierna el mundo, lanza estas enfermedades como manera de controlar a la población. Esto puede servir como buen guion cinematográfico. En lo presente, esto puede tener partes tanto reales, pero en gran parte ficticias. Lo real es que corporaciones, grandes lobbies empresariales hacen uso de esto para hacerse del control de la economía como caída, venta y compra súbitas de acciones desvaloradas por el pánico que genera en la economía mundial. Acumulando la mayoría de acciones de grandes industrias.
Por otra parte sí, hay sectores, en varios casos hegemónicos, que postulan políticas fascistas de control de la población, esto es hecho más que evidente a lo largo de nuestra historia. Y que continúan propugnando falacias tales como -hay muchos ancianos-, -muchos nacimientos-, -escasez de recursos-, entre otros.
Otro nivel es el cómo los Estados, vinculados, en algunos casos con gobiernos con ideologías afines a lo dicho anteriormente, o no, aprovechan estas circunstancias para tomar decisiones que coartan libertades y derechos a la población, esgrimiendo la idea de protección y seguridad. Y acusando siempre a un “otro” de ser el culpable. Aquí desbordan y salen a la luz, no solo en las voces sino en los individuos, el racismo y los chauvinismos. Asociado a esto, la capitalización del pánico y del miedo como dispositivos de control de la población.
Otro nivel es el de la ineficacia y falta de voluntades en los sistemas estatales de salud, ciencia y organización social de los pueblos. Los sistemas políticos actuales volcados servilmente al capitalismo extractivista, empleando falsos discursos proteccionistas a costa de la destrucción de otras especies cohabitantes del planeta tierra, sacrificando regiones naturales y poblaciones.
Otro nivel es el biológico-médico. Aquí me baso en las palabras del virólogo y especialista en enfermedades infecciosas Pablo Goldsmith. El coronavirus de Wuhan, bautizado también como COVID-19, es un virus de la familia de los Coronavirus que recién el año pasado fue detectado solo por hacer un nuevo test PCR específico. Y desde allí se lanzó la alarma y la expansión del pánico. Esta nueva cepa, según él, tal vez, estaría ya presente en la población, la cual tendría anticuerpos o células inmunitarias que los protegen. Vinculado a esto, la población afectada es la misma que otras cepas y virus, la población de riesgo, adultos mayores, niños y personas enfermas o en tratamiento.
Aquí, y de la mano del anterior, hay otro nivel, el del autocuidado y el cuidado de otres en tema salud. La especie humana es una especie gregaria, . Bajo esto, es sencillo de entender, para vivir, vale el cuidado de todes. Y esto, de manera resumida, implica algunos elementos, que irónicamente, parece que “descubrimos” cuando acontece estos hechos que, a la postrera, serán históricos. Estos elementos son la salud, la limpieza, la vivienda digna, la solidaridad, el trabajo conjunto y la alimentación. Parece que, y aquí lo irónico, pasáramos por alto, los elementos basales que nos constituyen.
Para ir cerrando, recordar el deseo, no imperativo del filósofo y antropólogo Paul Ricoeur, quien dice que la vida buena como aspiración ética tendría que tender al cuidado de si y de otros en instituciones justas. Es decir, la capacidad que tiene el ser humane de proyectarse como individuo y como comunidad es el de la protección de sí mismo y de los otros. Es fundamental en estos contextos, como el actual, actuar desde el lugar que estamos, tomando las responsabilidades pertinentes, si es decretar una cuarentena, disponer de los servicios de salud y los materiales necesarios para ello, preservarnos en nuestros hogares, colaborar y organizar la ayuda necesaria (desde no desabastecer y amontonar irresponsablemente productos de primera necesidad hasta organizarse en grupos de ayuda y colaboración). Disponer de recursos para aquellos que no tienen o no pueden conseguir. Quédese en su casa!
Estos hechos sirven para repensar y actuar en pos de nuestra casa, la tierra, Pachamama, y de las especies con quienes la compartimos y habitamos.
* Licenciado en Antropología. FCNyM-UNLP. Profesor de Ética-FCyT-UADER