«Abrazando duelos» por Natalia Paoli

30-09-2023 Opinion

A todos nos sucederá de encontrarnos viviendo un duelo. Ya sea la pérdida de un ser querido, una relación que llega a su fin, un trabajo que se desvanece o un sueño que parece esfumarse, todos experimentamos la profunda tristeza que viene con la pérdida. Pero, ¿sabes qué? También hay belleza en este proceso. En este artículo, exploraremos el duelo con compasión para que, al hacerlo, podemos transformar nuestro dolor en amor y sanación.

 

Permitiéndonos Sentir:

Cuando nos enfrentamos a la pérdida, las emociones nos inundan como olas en el océano. La tristeza, el enojo, la confusión y el vacío se entrelazan en nuestro ser. En lugar de resistirnos a estas emociones, es recomendable practicar el abrazarlas. Es en la expresión de nuestros sentimientos que encontramos la curación.

A veces, luchamos contra la realidad de lo que ha sucedido. Nos preguntamos «¿Por qué yo?» o «¿Por qué ahora?». Sin embargo, al dejar ir la resistencia, abrimos nuestro corazón a la dulce rendición. Aceptar que la vida es un misterio nos libera para encontrar belleza incluso en medio del dolor.

 

Tu Propio Tiempo de Sanación:

El reloj del duelo no sigue un tiempo determinado. Cada uno de nosotros tiene su propio ritmo para sanar. Permítete el tiempo que necesitas, sin apresurarte. Es tu proceso, y está bien sentir lo que sientes en tu propio tiempo.

 

La búsqueda de Sentido:

A medida que avanzamos en nuestro viaje de duelo, a menudo buscamos sentido en la experiencia. No es necesario encontrar respuestas definitivas, pero podemos encontrar significado en el crecimiento personal, es tu elección vivirlo así, claro, pero es importante tener presente que a través del duelo, podemos aprender, crecer y descubrir nuestra propia resiliencia.

 

La luz en la oscuridad:

Aunque el duelo puede sentirse como una noche eterna, no estamos solos. Pequeñas luces de esperanza brillan en momentos inesperados. Esos momentos de claridad y consuelo nos recuerdan que, incluso en la oscuridad, el amor y la alegría persisten.

El duelo es un viaje de amor y sanación. Al permitirnos sentir, soltar la resistencia, tomar el tiempo que necesitamos y buscar sentido en nuestra experiencia, encontramos belleza en la tristeza y el coraje en la vulnerabilidad. A través del duelo, descubrimos que el amor es el hilo que conecta nuestros corazones rotos y que, al abrazar nuestras emociones y nuestra humanidad, encontramos la sanación que anhelamos. Así que, cuando estés en el camino del duelo, recordá que estás en el camino del amor, y el amor siempre encuentra su camino a casa.

Te abrazo!!

Nati

 

Autor: Oscar Arnau