17 años sin el Dr. René Favaloro por Mariana Escalada y Agustín Ronconi

15-07-2017 Opinion

El 29 de julio de 2000, René Favaloro se disparaba al corazón, agobiado ante la falta de respuestas por parte de los funcionarios del gobierno de la Alianza. Su fundación reclamaba una deuda por dos millones de dólares al PAMI, en ese momento encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, cuya asesora y mano derecha adentro del organismo era una joven de 27 años llamada María Eugenia Vidal.

El 28 de julio, apenas un día antes de tomar la fatal decisión, el internacionalmente reconocido cardiocirujano René Favaloro le había escrito una carta al entonces presidente Fernando de la Rúa, pidiéndole su ayuda para conseguir un préstamo de 6 millones para su Fundación, mientras esperaba que los deudores cumplieran con los pagos.

Entre esos deudores, el más importante era el PAMI. De la Rúa no leyó la carta hasta después del suicidio de Favaloro. “La carta llegó el viernes y me enteré ayer (lunes)” confesó el entonces presidente a la prensa a través de canal 2, quién hizo público en esa misma oportunidad que la carta culminaba con la frase “Estoy desesperado“.

Quien era René Favaloro

Las nuevas generaciones no escucharon hablar del doctor oriundo de La Plata que luego de trabajar 12 años como médico ruralista viajó a Estados Unidos a interiorizarse en cirugía toráxica e intervenciones coronarias, estandarizando la técnica de Bypass aortocoronario con empleo de vena safena. En 1971 retorna a Argentina con la idea de crear una clínica especializada como las que había conocido en el exterior, con el fin de acercar tecnología de punta en materia de cirugía cardiovascular a los argentinos.

La Fundación Favaloro abrió sus puertas en 1975, en 1980 nace el Laboratorio de Investigación Básica y en 1998 se crea la Universidad Favaloro. El ya mundialmente famoso cardiocirujano aplicaba sus técnicas de punta en pacientes de todo nivel socioeconómico. La Fundación recibía a pacientes de todo el país, incluso derivaciones de obras sociales. “Yo no soy el médico de los ricos, menos de un 5% de mis pacientes están en esa franja “explicó”  el doctor en una entrevista en el año 1994. Para el año 2000 su accesibilidad le había representado un agujero económico imposible de sortear.

La suma de las pequeñas deudas de prestadores y obras sociales ascendía a 18 millones, y ese mismo viernes 28 de julio en que le escribió a de la Rúa pidiéndole ayuda, el directorio de la Fundación le solicitó que el lunes siguiente realizara una drástica reducción de personal y despidiera al equipo de médicos que el mismo había formado.

 

Autores: Mariana Escalada y Agustín Ronconi

Autor: Oscar Arnau