En una charla exclusiva que obtuvo nuestra colaboradora periodística Mirian Etchevarne con el actual Presidente del Copaer, el Ingeniero Agrónomo chajariense Gabriel Guiano, para hablar sobre el tema de producción y particularmente en relación a lo publicado en TAL CUAL REGIONAL en su edición del 2 de setiembre sobre agroquímicos, su aplicación y las secuelas que está provocando en la población.
La utilización de estos productos, su venta autorizada, el lavado de pulverizadoras en los cursos de agua, la ley y sus controles, fueron algunos de los tópicos que trató TAL CUAL REGIONAL el Ing. Guiano.
Indefectiblemente el tema propuesto era producción orgánica, tema que el profesional entrevistado explicó y dio algunas precisiones sobre la temática, que preocupa y ocupa a una importante franja de nuestra sociedad.
“La producción orgánica es posible, es cuestión de una decisión productiva. Aquí hay varios productores que lo hacen, escuché publicidades radiales donde hoy se ofrecen tomates, naranjas producidos en forma orgánica. La realidad es que como todas las producciones, existen las certificaciones, por lo tanto, nosotros hoy para producir un cítrico y venderlo a Europa, no basta con que nosotros digamos que tienen determinadas condiciones, lo tenemos que certificar a eso”
“Para certificar en la Argentina hay una o dos empresas que son las encargadas de certificar que un producto es un orgánico. Así como se pide hoy que el que usa un producto lo explique cómo lo usó, en qué cantidad, en qué plantas, lo que quiero decir que quien produce orgánicos también lo debe certificar diciendo, qué suelo usó, qué tipo de planta, si utilizó un abono orgánico tiene que explicar qué proceso tuvo. Si usa un insecticida orgánico tiene que explicar cuál usó, en qué suelo, la realidad es que la ley es igual para todos por eso iguala. Cuando alguien quiere exportar tiene que certificar su mercadería y si alguien produce orgánico, también tiene que certificarlo”
“No importa la escala puede ser un pequeño o gran productor pero tiene que certificarlo igual. Tiene que asegurar la trazabilidad del producto. Hasta el municipio puede exigir la certificación del producto. Es fácil ponerle el título de orgánico a algo pero no es fácil ponerle el título de convencional al otro. Hay que ser imparciales en esto”.
ME: Las barreras que hoy ponen los distintos países para comprar productos argentinos, indirectamente nos están protegiendo ya que se evitan usar ciertos tóxicos, qué opinás al respecto?
El mercado europeo es precursor a la hora de establecer límites, condiciones de aplicación de productos. Nosotros por la comercialización de cítricos los conocemos desde hace muchos años. Una de las normas más utilizada es la GLOBALGAP, que nos establece el mecanismo de producción, establece los límites de productos. En esto es bueno en términos de intercambios comerciales. El mercado europeo está siempre preocupado por los límites de residuos químicos, el mercado norteamericano que está más atento a los residuos biológicos, o sea enfermedades. En ambos casos estamos hablando de grandes desarrollos pero de culturas diferentes.
Quienes producen arándanos aquí en la zona conocen perfectamente los dos mercados porque a ambos les venden y las barreras son completamente distintas.
ME: ¿Cómo protege Argentina o qué exigencias pone a la hora de importar los alimentos?
Argentina en realidad es un país agroexportador, pero la realidad es que nuestro país es un importador circunstancial en determinado momento del año. Por ejemplo, en algún momento puede faltar uva y la importa desde Chile. Lo que deberíamos preguntarnos es cuáles son nuestras normas internas de control de nuestros alimentos. Las leyes aquí están, y son bastante restrictivas en cuanto al uso de productos. Eso se lo puede comprobar consultando la página del Mercado Concentrador de Buenos Aires, allí están establecidos todos los parámetros que se deben reunir para la comercialización de frutas y verduras. El Mercado Central realiza continuamente análisis de presencia de productos químicos y la concentración. Se penaliza a quienes no cumplen, no son muchos pero se pueden ver en la página del Mercado donde se publican. Se puede ver en esa página la información de cuando queda decomisada la mercadería por no cumplir con dichos parámetros. Podría ser mejor ese control, más estricto.
La realidad es que nosotros como productores deberíamos tener una conducta proactiva hacia el consumidor, deberíamos informar lo que producimos, cómo lo producimos y con qué estándares.
La situación debería revertirse, no que el consumidor exija al productor sino al revés. Debería hacerle llegar toda la información. Por ejemplo España es un gran productor de frutas y verduras, y lo que allí se hace es acercar toda la información a quién consume. El producto mandarina ya tiene una marca Tango, y lo que hacen es explicar cómo produjeron ese producto.
Hoy en día se dice que si es orgánico es más saludable y en realidad es un error de concepto. Que un producto sea producido en forma orgánica no implica que sea más saludable que otro producido en manera standard. Porque si lo que más consumimos hoy es lo producido en forma estándar y si realmente fuera poco saludable estaríamos muy complicados. Por eso yo creo que lo que hay que intentar es acercar las necesidades del consumidor a ese productor y que le pueda expresar qué es realmente lo que desea consumir.
Uno hoy ve un consumidor que exige producciones orgánicas, pero por otro lado va y consume productos que están hechos para larga vida. El mensaje no es claro. El hábito de consumo ha cambiado mucho. El consumidor consciente es realmente muy poco. Muchas veces se dice una cosa pero en el proceso de compra hacemos otra.
Hoy podríamos fortalecer la producción de la región para cambiar algunas cuestiones. Por ejemplo si yo compro el tomate que viene de Salta, estoy comprando un producto que tiene 2000 kilómetros de recorrido, por lo tanto tiene un período de post cosecha de por lo menos 10 días, es de otra variedad. Si yo consumo el tomate de la zona, estoy consumiendo el producto que se cosechó ayer u hoy a la mañana por lo tanto es probable que esté consumiendo otra variedad que el que se produjo en Salta. Yo creo que lo que hoy está faltando es sentarse a dialogar productores y consumidores que se pueda entender qué es lo que se está pidiendo. A veces se puede interpretar que lo que se pide es que se usen menos fitosanitarios pero por otro lado cuando se les ofrece un producto que no es una pinturita, la gente no lo quiere. Eso es lo que sucede con las frutillas, cuando la bandeja es de frutas que vienen del sur, con fertilizantes y otros productos, la gente va y elije esa frutilla. Cuando se le ofrece la otra, la de la zona que está producida en forma orgánica, el tamaño no es el mismo, no son uniformes y la gente no la elige. Por eso digo que hay que clarificar el mensaje.
ME: ¿Se cumple con lo que indica la legislación que ciertos productos deben venderse con receta archivada de un Ingeniero Agrónomo?
Nosotros, los matriculados, tenemos que comprar los recetarios generados por el Ministerio de la Producción de la Provincia, y se deben utilizar tanto para la venta como para la aplicación de productos. El expendio, transporte y aplicación tienen su normativa provincial. En la receta debe ir la firma y la matricula del profesional. El convenio existe entre la provincia y el colegio de profesionales de la agronomía. Cada vez que tenemos que comprar un recetario, la provincia consulta si el profesional está matriculado. Está todo regulado, tanto la venta como la aplicación. También sabemos que hay gente que no cumple las normativas y que aplica sin la documentación adecuada. La ley contempla que el productor compre con receta o que la receta sea efectuada en el lugar de expendio por un profesional.
Los productos se clasifican por su toxicología en cuatro grupos, identificados por colores: rojo, altamente tóxico, amarillo, azul hasta el verde que es ligeramente tóxico. Está totalmente prohibido el fraccionamiento de los productos. En el marbete del envase está la información específica del producto, es importante conocer esto, no se debe fraccionar, y es por esto porque cuando sacamos el producto del envase original perdemos toda esa información.
Desde el colegio de agrónomos abogamos por la difusión de todos estos temas, son fundamentales. No tenemos que tener miedo de explicar a la sociedad qué es lo que hacemos.
ME: ¿Qué pasa con el lavado de máquinas pulverizadoras en cursos de agua, es realmente tóxico?
Está totalmente prohibido, es un acto criminal, invitamos a toda persona que si ve que alguien lava una máquina pulverizadora debe denunciarlo a la policía, al municipio, a la secretaría de la producción o la dirección de agricultura lo pueden hacer en el colegio de ingenieros de la provincia también. No se puede lavar ni cargar agua de un curso de agua. La ley en esto es muy clara. No puede ser que alguien que esté a cargo de un equipo pulverizador desconozca las normas. Hoy se dictan cursos. Por ejemplo si alguien ve que un avión fumigador pasa sobre su casa fumigando, debe tomarle el número que aparece en la parte inferior del avión y con ese dato hace la denuncia.
En Chajarí, en la planta de tratamiento de residuos se reciben los envases con triple lavado y perforados. En poco tiempo va a haber en Chajarí una reunión tratando estos temas. El municipio de nuestra localidad siempre fue precursora en estos temas.
