Tras picaduras recientes de víboras y el aumento de la temperatura, Radio Libertad dialogó con el especialista José Laderach para conocer detalles sobre el comportamiento, ataque e importancia de estos animales dentro del ecosistema.
“El ser humano está invadiendo cada vez más su territorio y además cuando arrojamos los residuos atraemos los roedores y a su vez vienen las serpientes en busca de su alimento, lo que continua la cadena alimenticia”, detalló el profesional.
Al tiempo que precisó que “la Cascabel, Corales y Yarará grande y chica, son las especies más venenosas que tenemos y por lo general en nuestra zona se encuentra más la Yarará grande”.
Recomendaciones para las personas picadas
“Lo ideal es que las personas que se accidenten con estas picaduras queden en reposo, elevando el miembro picado y recurran de inmediato al hospital porque cuando más tiempo pasa menos el suero hace efecto, porque avanza el veneno y más daño hace”, señaló Laderach.
Y agregó que “entre las 6 y 8 horas que el veneno entro al cuerpo produce una descompensación orgánica y en el caso de que ese tiempo pase puede producir un fallo renal que puede causar la muerte”.
Lo que no se debe hacer
“Cuando una persona es picada no se debe succionar la herida, hacer un torniquete, ni cortar para ver si sale el veneno”, indicó.
Ruptura de la cadena
El especialista remarcó que “por desconocimiento o negligencia tendemos a matar las víboras con lo que tengamos a mano, pero a causa de que estamos eliminando sus depredadores la población de roedores está proliferando muchísimo. Y no nos damos cuenta las ratas por ejemplo producen enfermedades como leptospirosis que son también causantes de muertes”.
Por lo que en el caso de divisar un ejemplar “se puede hacer un gancho en la punta de un palo de escoba, se la mete dentro de un balde y se la tapa enseguida, o se llama a los Bomberos Voluntarios, o a alguien que entienda y pueda capturarla para luego liberarla en donde se debe y no matarla”, manifestó.
Características
El entrevistado narró que “este tipo de ejemplares suele andar solas, salvo que se estén por aparear que hay uno las puede encontrar juntas”.
“Los diseños dorsales que se encuentran arriba del cuerpo, el hecho que tenga como una cruz blanca arriba de la cabeza, el cuello muy marcado y una cola que se afina rápidamente, sirve para darnos cuenta que estamos frente a una Yarará”, concluyó Laderach.
