Así lo enfatizaba ante los micrófonos de Radio Libertad el titular de la Federación Agraria Mansilla, Ingeniero Ricardo Garzia; quien describió la situación de los productores hoy en la Argentina y en Entre Ríos particularmente, destacando cual es el rol que deberían jugar las instituciones en ese marco y no lo están haciendo.
En tal sentido justificó que esa situación desesperante se debe a que “muchos de ellos veían en la campaña 17-18 lo que habían perdido en la campaña 16, dos emergencias en tres años que vivió la provincia de Entre Ríos; para sacar la cabeza debajo del agua. Pero vino esa gran sequía y encontró a los productores desfinanciados con escasísimos margen de éxito para llegar a las financiaciones. Entonces se han juntando un montón de cosas, la dolarización de los insumos, la pesificación de los productos, la no rentabilidad, no hay previsibilidad a largo plazo, los enormes problemas con la política del comercio exterior y en la zona de ustedes peor que la mía con el tema de la citricultura, la asfixiante presión impositiva, etc.”.
El entrevistado puntualizó que “hay una enorme heterogeneidad en el sector agropecuario, cuando no se puede tratar igual a lo que son distintos”.
“A nivel nacional hay una priorización del producto, se prioriza que produzcamos más y exportemos al exterior, ahora yo no veo que haya una priorización sobre quienes van a hacer ese aumento de producción. Pero para nosotros está bien que produzcamos mas siempre y cuando el productor y sus familias sean los sujetos prioritarios de las políticas públicas”, indicó el titular de FAA Mansilla.
Al tiempo que sostuvo que “la Mesa de Enlace provincial y nacional no producen un proyecto común de ruralidad, son mesas que se juntan para gestionar cuestiones puntuales pero no se sientan a pensar una ruralidad y los que se van a la política no tiene proyectos definidos, son las minorías y luego se los termina absorbiendo el partido”.
Y agregó: “Tal es caso de lo que pasa con la Ley de Semilla donde se viola un montón de derechos adquiridos por los productores, se pasa por encima los derechos, va a dejar sin semilleros multiplicadores a la República Argentina, es decir hay en la idea del gobierno un riesgo enorme tanto para la rentabilidad como la permanencia del pequeño y mediano productor, como así también para la soberanía biotecnologica de Argentina”.
“Hoy por hoy no hay una unidad de criterio para defender al productor, pero el problema que yo veo es que la conducción nacional está sosteniendo la bandera en muchos temas abordando la problemática nacional, pero acá en Entre Ríos hace bastante tiempo no se está debatiendo muchas cuestiones nacionales y el posicionamiento político no aparece y no hablar de estos temas nos hace convalidantes en cierta manera”, puntualizó y agregó «se observa cierto disciplinamiento a la política nacional en la Federación Agraria de Entre Ríos».
El gobierno nacional
“Nosotros entendimos que el primer año hubo un voto de confianza pero ahora las señales que el gobierno nacional nos da son todas negativas para los productores que están en crisis, las señales positivas son vamos a vender más carne, cosas que luego nosotros no las vemos. Entonces nosotros ante estas cosas deberíamos estar posicionándonos y sobre todo en lo que afecta a la provincia de Entre Ríos como el arroz, la citricultura, aserradores, tambos, etc.”, precisó el dirigente.
Agregando que “la ruralidad es la base de desarrollo para la económica y si lo perdemos vamos a perder puestos de trabajos, productores, etc.”.
Escenario actual
“El más grande se está comiendo al productor más chico y creo que si no se actúa rápido se van a complicar aún más las cosas. Cuando desaparece un productor hay un sangría silenciosa, pero ya cuando esos procesos se aceleran creo que las entidades tiene que tener la suficiente sensibilidad para ver lo que está pasando y responder en consecuencia porque si no luego es sabido que las cabeza de los dirigentes comiencen a rodar”, señaló Grazia.
Y finalizó remarcando que “no queremos que se convalide con el silencio las cosas, después como se van agravando los procesos es imposible de medir, pero la realidad no se puede ignorar y se deben empezar combatiendo con el reclamo y la denuncia”.
