Tras el trágico accidente que se cobró tres vidas en el kilómetro 208 de la autovía Artigas, el jefe del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ubajay, Nazareno Jesús Aguiar hizo el descargo a través de su red social y el mismo no tardó el virilizarse.
En ese marco, Radio Libertad dialogó con Aguiar quien expuso paso por paso como si dieron los hechos en la noche del pasado domingo y detalló que “trabajaron dotaciones de bomberos de Ubajay y San Salvador porque había muchos fierros que cortar para rescatar a las personas y teníamos cuatro victima tres mayores y un niño con politraumatismo para ser trasladados. La primera ambulancia del centro de salud de Ubajay llegó al rato y por la complejidad de las lesiones trasladó a una de las víctimas a Concordia”.
“Luego empezamos a notar que las horas se pasaban, hacía más de dos horas y el tiempo seguía corriendo volviendo la situación desesperante porque las otras ambulancias no llegaban y nosotros tuvimos a las personas listas para su trasladado, tiradas al costado de la ruta”, describió el jefe del cuerpo bomberil.
Luego, comentó el entrevistado cuando habían pasado más de dos horas “llegaron dos ambulancias pero teníamos tres víctimas más para ser trasladadas y si se pretende hacer las cosas bien no se puede sobrecargarlas. Se mandó entonces al niño y a la mujer de más edad que fueron llevados a Colón y se aguardó aún más tiempo para luego trasladar a una tercera víctima que finalmente fue llevada por la primera ambulancia que volvía de trasladar a la primera víctima”.
“Destaco el trabajo de todos los que estuvimos ahí, pero esa noche volví a casa no dormí porque en algún punto me siento cómplice si no hago el descargo, más allá de ser bombero tengo antigüedad en el tema y tengo un hermano que falleció en un accidente de tránsito”, enfatizó Aguiar.
“Yo sé que humanamente se hace lo que se pude, pero si hay alguien que no hace lo que tiene que hacer el sistema no funciona. Acá como en casi todos los cuarteles exigimos la capacitación porque esas manos luego asisten y pueden salvar vidas, pero ya sea el Estado por no controlar o una empresa privada por no hacer lo que tiene que hacer fallan y todo el trabajo falla. Es una cadena que si algún eslabón falla nada funciona”, subrayó.
Y agregó: “Es lamentable llegar al lugar, ver ese escenario, articular todo el rescate y después tener que esperar más de dos horas con las victimas tiradas al costado de la ruta. Y en esto un segundo pudo ser fatal. Hay una hora que se llama la hora dorada de la víctima, y cuando bien funciona toda la articulación de un rescatista eso repercute en su continuidad de vida”.
