Es cierto que seguramente hay muchísimas otras problemáticas que son dignas de mayor atención periodística y que la presentada en esta oportunidad, quizás debería por estos tiempos ya estar gestionada y solucionada, cuestión que hasta el mediodía de este domingo no ocurría.
La gruta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, en uno de los ingresos a Los Conquistadores, sigue siendo “ocupada” por la misma persona que en abril de este año Tal Cual diera la noticia y que, independientemente de muchos comentarios sobre la situación de esta persona, nadie “movió un dedo” para solucionarlo.
Ahora no solamente la capilla es un lugar para dormir en la noche y para protegerse del frío, sino que directamente es utilizada como “vivienda”, en la que se guarda la ropa, se cocina, se lava y tiende ropa, en definitiva, es una casa en donde hay el altar de una Virgen, cuando debería ser la Gruta de una Virgen.
Volvemos a preguntar ¿Quién se hace cargo de esta situación?, el Gobierno Municipal, el Gobierno Provincial o el Gobierno Nacional.
Acaso la Iglesia Católica deberá tomar cartas en el asunto, ¿Qué dice a todo esto el Arzobispo de Concordia?.
Esta denuncia no intenta, para nada, responsabilizar a este hombre, que seguramente no tendrá adonde ir, lo que si responsabilizo a los estados nombrados en párrafos anteriores ante la incapacidad, dejadez e insensibilidad política y por sobre todo humana para tomar cartas en el asunto.
El hecho en Abril de 2018.
En la jornada de este lunes, personalmente volví a comprobar, una situación que si bien no puede catalogarse de anómala o perjudicial, si la analizamos desde la necesidad propia de la falta de vivienda, pero su permanencia en el tiempo (hace varios meses que constato la misma situación) sí me parece, al menos desubicada para todos aquellos que nos acercamos con la intención de un saludo a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Esta Virgencita de la “Medalla Milagrosa” que se encuentra a escasos metros de la Ruta Provincial N° 2, en uno de los ingresos a la localidad de Los Conquistadores, está siendo ocupada durante todo el día por un hombre (muy cordial y atento) que la ha tomado, de acuerdo a las fotos que mostramos, como un “petit hotel”, en donde tiene su colchón, su linterna, sus ropas, todo debidamente ordenado, pero en un espacio muy chico, la visita a la Virgen de cualquiera de los peregrinos, queda absolutamente desvirtuada.
En algún momento, cuando le pregunté sobre su estadía allí, me comentó que estaba yendo en bicicleta hacia la Virgen de Itatí en Corrientes, y solamente estaba pasando la noche, cuestión que ahora parece que realmente lo ha tomado como “residencia permanente”.
Esa persona, que seguramente ha optado por esta “posibilidad” no tiene seguramente las herramientas para lograr una casa propia donde pasar su vida, no obstante existe un estado municipal, provincial o nacional que debe hacer frente a esta situación y evitar “males mayores”.