La cadena de supermercados Carrefour Argentina presentó este jueves un procedimiento preventivo de crisis ante el ministerio de Trabajo, argumentando que sufrió tres años de pérdidas y sumida en versiones que hablan de despidos y cierre de sucursales. La compañía «está atravesando una situación económica compleja tras tres años de pérdidas» y «la apertura de este diálogo, junto al Sindicato de Empleados de Comercio y el gobierno, le permitirá plantear un plan para reimpulsar su crecimiento», dijo un comunicado de la firma francesa.
Carrefour es uno de los mayores empleadores privados del país sudamericano, con unos 18 mil trabajadores. En enero las ventas de supermercados cayeron 3,7% respecto a igual mes de 2017, según el INDEC. La compañía francesa tiene 585 sucursales en todo el país y en 2014 había ampliado sensiblemente su oferta al comprar decenas de los locales de la cadena de minimercados “Eki”, aunque desde 2015 su porcentaje de ventas entre los supermercados retrocedió y hasta circularon versiones de la venta de algunas sucursales a empresas competidoras.
CONTEXTO. El comercio minorista está afectado en Argentina por la caída de ingresos y salarios respecto de una inflación que fue del 24,8% en 2017. El Banco Central espera para 2018 una inflación en torno al 20%, el gobierno una de 15% y las consultoras privadas en más del 20% anual. En el marco de sus dificultades financieras de los últimos ejercicios, Carrefour había reemplazado en enero pasado a su CEO de los últimos 12 años en la Argentina, Daniel Fernández, nombrando al mando de las operaciones en el país al francés Rami Bailieh. El directivo francés trabaja en Grupo Carrefour desde 1995, y había ocupado de la cadena en Rumania, Turquía, Polonia y Taiwán. Las versiones sobre despidos generaron inquietud en el personal y ya hubo tomas de algunas sucursales en los últimos días, como la del barrio de Paternal, en la calle Warnes al 2700.
