Tras la confirmación de resultados positivo, el presidente de la FeCIER, Fernando Borgo dialogó con Tal Cual y comentó los peligros que esto representa para una gran producción como lo es la citricultura.
Borgo sostuvo que “lo que cambie en el escenario es que seguimos encontrando la dispersión de la batería en nuestra zona, porque de los cinco confirmados dos fueron en Villa del Rosario y tres en colonias aledañas a Federación, lo que agranda el radio y ahí hay que establecer nuevos informes e investigaciones para saber que se hace”.
Y explicó que “el vector que transmite la enfermedad tiene distintos estadios, se cree que hay muy poca chance que la bacteria pase de un adulto a los huevos, por lo que al encontrarlo en ninfa se supone que se contagió de la planta infectada. La planta puede no manifestar síntomas e incluso puede no manifestarse en los análisis, pero si en el vector. Por eso se exige la radicación de esa planta”.
Por otra parte, el presidente de la FeCIER indicó que “el Senasa tiene el poder de policía para ingresar a las quintas y hacer las inspecciones que desee, pero no debemos llegar a esta instancia, el productor se tiene que concientizarse que estamos ante una problemática y cuando más tiempo perdamos, más imparable será el riesgo para la citricultura”.
“Hay que dejar de pensar en uno mismo como productor y empezar pensar a la citricultura como un todo, todo lo que se mueve alrededor de ella, el trabajador de la fruta, el productor, el recolector, el transportista, el aserradero, el vendedor, etc.”, subrayó el entrevistado.
En relación a lo que resta por hacer de aquí en adelante, Borgo manifestó que “es la mano del hombre el que traslada al enfermedad, por lo que hoy en día lo que nos queda es ser muy cuidadoso con la fruta que tenemos, garantizando al consumidor frutas sanas, controlando el vector al igual que se hace por ejemplo para controlar el dengue”.