La falta de agua, en algunos sectores de la ciudad en forma casi total y en otros parcialmente con muy poca presión, sigue causando innumerables problemas a la población, particularmente para las acciones diarias de una familia: alimentación e higiene.
Durante las últimas 48 horas las redes sociales fueron el lugar en donde vecinos de diferentes lugares de la ciudad dieron rienda suelta a la “bronca” de llegar “a casa y no tener ni una gota para bañarse”, lo que a las claras está conformando un escenario complejo y cada vez más difícil de solución a medida de que pasa el tiempo.
La ciudad, por equis motivos que no es el momento de analizarlos, ha sufrido diversos inconvenientes, como por ejemplo la gran cantidad de lluvias que provocó, en meses del año pasado, un verdadero desastre en la trama vial local, por lo que el Gobierno de la ciudad con muy buen tino decretó la Emergencia Vial.
La pregunta sería si con este nivel de inconvenientes con el agua, ¿no sería sensato y de sentido común la declaración de la emergencia hídrica? Esto, desde lo operativo-práctico le permitiría a la Municipalidad la adquisición de materiales, pago de horas extras, cambio de bombas, trabajos de limpieza pendientes, etc. en definitiva una serie de medidas tendientes a solucionar la falta de agua.
Se desconoce, en este sentido las declaraciones en off son casi nulas por parte de las autoridades municipales, si se está pensando en esta medida en el seno del Departamento Ejecutivo Municipal.