Por ordenanza municipal desde el próximo viernes la tarifa de una hora para el estacionamiento medido de automóvil pasará a costar ocho pesos, mientras que para estacionar las motos en la misma cantidad de tiempo, tendrá un valor de cinco pesos.
Al respecto, visitaron los estudios de Radio Libertad Jonathan Meza y Javier Tonello quienes coincidieron en remarcar que lo recaudado forma parte de su sueldo, es decir, “nosotros vivimos de esto”.
“La gente tiene el derecho a saber que nosotros cobramos dos o tres autos y eso es lo que ganamos y lo mismo si perdemos esos cobros. Y así como un día podemos obtener una buena recaudación de vehículos que pagan al estacionar sin problema, un día te llueve y no se hace nada por eso ya directamente no se sale ya que es imposible trabajar y los remedios están caros si uno encima se enferma”, enfatizó Meza.
En relación al trato que reciben de la gente, Meza apuntó que “nosotros siempre buscamos ser atento y amables con el cliente, porque quienes estacionan en la Urquiza son clientes. Pero también uno tiene que ver como lo tratan, saber llevar una situación. A mí no me corresponde saber a dónde van o cuánto tiempo demorarán pero si no pagan están quitando el espacio a quienes si quieren cumplir con la ordenanza y pagar sin problema”.
Consultado acerca de si aumentaron o disminuyeron los altercados dados por la gente que se niega a abonar lo que por ordenanza está establecido, Tonello sostuvo que “hay días en los que nadie te discute, pero hay días en los que todos te discuten ya sea por tres, cuatro, cinco u ocho pesos. El monto parece insignificante pero puede causar grandes discusiones”.
Afortunadamente, “son los menos y para mi entender cada vez hay menos personas que se ofuscan por tener que pagar el estacionamiento”, precisó Meza.
Por último, los jóvenes trabajadores remarcaron que con el cambio en la tarifa que rige a partir del 1 de diciembre, también se modifica el tiempo de tolerancia que pasa a ser cero, es decir, no hay tiempo de tolerancia y el que estaciona debe abonar.
“De todas maneras, uno siempre tiene en cuenta casos especiales, somos humanos y si alguien se va a bajar o algo esperamos, pero la ordenanza en sí decretó la tolerancia cero”, concluyó el entrevistado.