Nutricionista concordiense forma parte del proyecto de un “súper pan irradiado y enriquecido”

14-10-2017 Concordia | Actualidad

pan
Gabriela González es concordiense, cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Mitre y luego se recibió de licenciada en Nutrición, en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). La formación final de su carrera la llevó a integrar el proyecto para generar un “súper pan”, un alimento irradiado y enriquecido nutricionalmente, que fue motivo de un artículo publicado este viernes en el diario Clarín.
“Surgió como un proyecto para mi tesis de grado, para poder recibirme”, explicó la profesional. Y agregó que el trabajo se enmarcó en los “diferentes convenios que tiene la facultad con otras instituciones”.
Es así que “terminé haciendo mi práctica en el Centro Atómico de Ezeiza, que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), contó Gabriela.
Conservación
El desafío principal de la investigación era poder diseñar diferentes productos alimenticios que se puedan potenciar con la tecnología de radiación. En ese sentido, uno de los alimentos preferido por los argentinos – el pan – parecía la opción más tentadora.
La irradiación de alimentos es una técnica extendida en el mundo. Ya se usa en 32 países, entre ellos Chile y Brasil. Acá se aplica desde 1988, pero de forma limitada. Este mes, con una publicación en el Boletín Oficial, se aprobó la ampliación de alimentos irradiados en el Código Alimentario Argentino. Eso habilitó la llegada a las góndolas de verduras, pescados y carnes de «larga vida».
Se sabe que el “tiempo de conservación de un panificado cualquiera es de 24 a 48 horas”, aclaró Gabriela, por lo prolongarlo hasta 45 días, marcó un avance más que interesante, con aplicaciones concretas.
“Todo apunta a poblaciones que están en situación de crisis alimentaria o víctimas de catástrofes naturales, como inundaciones, terremotos o personas que quedan aisladas geográficamente”, aseveró la licenciada.

Novedades
Gabriela tuvo un rol activo en el proyecto hasta 2011. Por aquellos años, “no había un auge del interés en esto como lo que surge ahora”, reconoció.
Es que recientemente, “se incorporaron alimentos irradiados al código alimentario”, lo que hizo reflotar todo el interés en las investigaciones relacionadas.
La profesional concordiense comentó que “en estos momentos aún se está en etapa experimental, tratando de enriquecer aún más la receta original”, con la mira puesta en el flagelo de la desnutrición infantil y tratando de proveer a comedores.

Autor: Oscar Arnau
Fuente: Diario Río Uruguay

Comentarios