“Pelucas de Esperanza” es una ONG de Gualeguaychú que aglutina a peluqueras que dedican su tiempo a cortarle el pelo a chicas que quieran donarlo para luego confeccionar pelucas para pacientes oncológicas. De dicho proyecto participa activamente Karen Pereyra, la joven es de Chajarí, se encuentra estudiando en Gualeguaychú y al mismo tiempo está colaborando con la mencionada organización.
Este miércoles Karen informó a Tal Cual de otra chajariense que ha sumado la voluntad de cortarse el pelo para donarlo y confeccionar así una peluca para pacientes oncológicos que han perdido el pelo debido al tratamiento que realizan, “Viviana (foto) llevaba 16 años sin cortarse el pelo, nos informó que tenía la intención de cortárselo y donarlo así que nos pusimos en contacto y, una vez que se lo cortó, yo lo traje a Gualeguaychú donde se confeccionará la peluca”.
Pereyra al mismo tiempo invitó a que todos los chajarienses y gente de la zona (que cumplan con los requisitos), se sumen a la campaña, se corten el pelo y lo donen “de todo el departamento Federación, incluso de parte de Corrientes puedo traer el pelo cuando viajo de Chajarí a Gualeguaychú, sino pueden enviarlo por correo a Pelucas de Esperanza Gualeguaychú”.
La joven chajariense comentó respecto de la importancia que tiene (para los pacientes oncológicos) la pérdida del cabello, “poder acceder a una peluca tiene un significado muy grande porque levanta la autoestima, produce que se vea reflejado en una buena imagen y no que la enfermedad se apodere de ellos, hablé con pacientes a quienes se les ha caído el pelo y me dijeron que lo más grave de la enfermedad porque verse en ese estado; cuando reciben las pelucas la felicidad es enorme porque les cambia todo”.
Según comentó la joven, hoy para poder acceder a una peluca de pelo natural hay que disponer de 10 mil pesos (si bien hay pelucas artificiales más económicas). Pereyra también informó que “todos los pelos sirven, siempre y cuando se done a partir de los 15 centímetros de largo, también sirven los pelos teñidos”.
