El publicista concordiense Gustavo Alfonzo fue condenado por el Tribunal Oral Federal de Paraná (TOF) a 10 años de prisión por el delito de trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, el comunicador condenado adelantó que recurrirá la sentencia en Casación. Mientras tanto, seguirá con arresto domiciliario en su casa de Concordia.
En tanto, el Tribunal autorizó la realización de una pericia médica para determinar si Alfonzo está apto para permanecer en la unidad penal, tal como lo había solicitado el fiscal José Ignacio Candiotti, teniendo en cuenta que el condenado es una persona diabética.
Antes de ser condenado, en su defensa, Alfonzo hizo un repaso por sus actividades laborales a lo largo de su paso por Concordia y dijo «no entender» el procedimiento judicial en su contra. «Es tristísimo todo esto», lamentó.
Alfonzo le contó a los jueces Roberto López Arango, Lilia Carnero y Noemí Berros que, desde hace tres días que no duerme, y que ha tenido presión alta y altos niveles de glucosa a causa de la diabetes que padece.
«He vivido muchas injusticias en el penal; en la cárcel me quisieron violar», denunció el publicista concordiense. «Me lo merezco», se preguntó. «La pajarera en la que me tocó estar acá cinco días con 50º y un colchón en el suelo», agregó.
«Necesito una oportunidad para rehacer mi vida, formar mi familia», les pidió a los magistrados al solicitarles el beneficio de la prisión domiciliaria.
En su descargo, el acusado aseguró que «hay 174 mentiras en esta causa». «Es una barbaridad», subrayó, al tiempo que denunció que «desapareció un teléfono que había aportado como prueba».
Además, el locutor apuntó contra aquellos otros que fueron nombrados por la víctima en Cámara Gesell y que no fueron citados a declarar: «»Pietroboni, el dueño de la quinta, y Alanis, el que hizo la fiesta». «Por qué a mí me tienen que dar una pena y a Enrique Cresto que le hizo el amor y le pegó, no lo llamaron», apuntó el acusado.
Finalmente, al subrayar que «no comprende» el procedimiento judicial en su contra, dijo que «uno aprende de los errores, porque es cada vez más grande y más sabio». «Nunca más voy a ayudar a nadie, nunca más le voy a dar techo a nadie. Ahora, me tocan la puerta de casa y a mí me da terror; vivo la mayoría de los días encerrado en mi habitación, en el fondo de mi casa», comentó.
Tras recibir la condena por parte de los magistrados, adelantó que recurrirá la sentencia en Casación. «Vamos a ir hasta las últimas consecuencias», aseguró. Sin embargo, Alfonso pidió disculpas a la familia de la víctima. «ella es una víctima de la situación social y no voy a aceptar jamás lo que dijo la madre porque ha fabulado, mentido», cerró.