En la jornada de este sábado Tal Cual viajó hasta la ciudad de La Paz, con el solo objetivo de relevar información de un hecho que seguramente, quedará grabado a fuego en el recuerdo de todos los que habitamos en nuestra región, no solamente por las características trágicas que enmarcó el hecho, sino por todas las implicancias políticas que produjo ante la desaparición, por estas horas se continúa con la búsqueda, de un jefe comunal de la provincia de Entre Ríos.
Tal Cual pudo hablar, dentro de las posibilidades del tiempo que tenían, con autoridades políticas, policiales, de fuerzas de seguridad y por sobre todo con baqueanos de la zona, para tratar de entender cómo pasó lo que pasó.
En este cúmulo de opiniones casi al unísono, detrás de alguna explicación “técnica” del siniestro, todos coinciden que el hecho se traduce en una sola frase “es una tragedia inesperada, inusual y hasta incomprensible” y un baqueano le agregaba a Tal Cual, tratando de ser lo más gráfico posible, “tenés dos mil metros de río, hasta te podías chocar con la barranca, y no, tuvo que suceder contra la maldita boya 787”.
“Con el “Tati” (Gelvez, el guía fallecido en el choque) nos conocemos de hace 40 años, siempre en el río, y te aseguro que se lo conocía de memoria”.
“Evidentemente le pasó algo, eso es lo que dicen y yo lo creo” decía este baqueano que también le toco vivir alguna situación peligrosa en el río, pero “no es lo mismo viajar a mil vueltas que a cuatro mil como iba esta lancha” aseguró.
“Después que pasan estos accidentes, todo se vuelve muy triste, principalmente la búsqueda, con los familiares esperando en la incertidumbre, por eso en esta oportunidad les dije que no, anda mi yerno por ahí ayudando, pero a mí me entristece todo esto” decía apesadumbrado.
Tanto autoridades como baqueanos se sorprenden de la velocidad con que han “viajado” los cuerpos, desde el lugar del choque hasta los dos hallazgos que se produjeron hasta ahora. Se dice que un cuerpo transita unos 6 a 8 kilómetros por día, y en esta oportunidad en casi dos días fueron encontrados a casi 60 kilómetros de distancia, cuestión que “yo al menos nunca vi en todos mis años en prefectura” confiaba un oficial de la fuerza nacional.
La orden es proseguir con la búsqueda de la cuarta persona que viajaba en la lancha, el Intendente de Villa del Rosario, Claudio Baldesari. La espera se hace insoportable y triste, solo Dios sabe que nos mostrará el futuro. Me retiro pensando y mirando esa inmensidad del Río Paraná, mientras las primeras gotas mojan mi cara en el mediodía nublado de esta ciudad, La Paz, que es testigo del dolor de toda una región.
