Fuentes extraoficiales informaron que la drástica decisión tuvo lugar durante la siesta de este miércoles. Efectivos de la comisaría 9º concurrieron a una playa del lago Salto Grande conocida como «Bahía Sirirí».
Cuando llegaron encontraron un Toyota Corolla gris y sentado sobre un sillón playero, el cuerpo sin vida de Raúl Albarenque. Tenía 63 años y, al parecer, atravesaba una profunda depresión.
Albarenque era dueño de la firma Zenith, una cadena de comercios dedicada a la venta de materiales para la construcción.
Fuentes confiables, indicaron que presentaba un tiro en la boca y uno en cada pierna. Los disparos fueron efectuados con una pistola Bersa calibre 40. Secuestraron seis vainas y dos municiones completas, un teléfono celular y la mencionada pistola. Trascendió que le dejó una carta a su hermana.
El auto y demás pertenencias, entre ellas, una computadora portátil, fueron entregados a sus familiares por el fiscal Aníbal Lafourcade.
Intervino Criminalística y el médico policial Sergio Medina. En tanto, el cuerpo fue derivado a la morgue judicial.
