Santiago Guattini, delegado de la Secretaría de Trabajo de la Provincia, indicó que en la pieza de material ubicada en la intersección de Cuba y Avenida Unión, de la localidad de Villa Adela, dormían 23 santiagueños pero cuando realizaron el operativo siete ya se habían ido.
De acuerdo a lo que Tal Cual Concordia pudo saber allí se encontraban 16 personas. Dos o tres mujeres y el resto varones. Todos dormían en colchones en el suelo en la misma habitación sin separación alguna. “En algún momento tuvieron hasta garrapatas para que tengas una idea de cómo estaba el lugar”, señaló.
La pieza, de 47 metros cuadrados, era insuficiente. Con 23 colchones desparramados de 1 por 2 metros, equivalente a 2 metros cuadrados cada uno, no había lugar para caminar dado que ocupaban todo el piso. “Estaban todos amontonados, parecían animalitos, todos en el suelo”, acotó.
Los colchones carecían de forro y no sólo no había camas ni sábanas sino que uno de los trabajadores debió salir a pedir en el barrio un colchón porque no alcanzaban para todos. En la pieza dormían todos hacinados. “El olor que había era impresionante. Una vergüenza”, indicó Guattini.
El olor que provenía del baño era insoportable y por eso debían cerrar la puerta. Se trataba de un pozo ciego dado que no hay cloacas, techado y ubicado en el fondo de la casa. Guattini dijo que tenían donde ducharse pero no un comedor adecuado. “Comían ahí sentados en los colchones o se iban al comedor pero era una cosita muy chiquitita. Imaginate que si había 23 personas comiendo al mismo tiempo era imposible”, indicó.
Luego de realizar el relevamiento y constatar que se trataba de santiagueños que viven en la capital de esa provincia, el viernes 11 el coordinador general Emiliano Delgado hizo una denuncia en los tribunales locales. Los trabajadores aseguraron que trabajaban en Extra Berries ubicada en la ruta provincial 22. Sería la misma empresa que contrató a 400 trabajadores oriundos del norte argentino y los alojó en condiciones de hacinamiento en un galpón ubicado a pocas cuadras del hospital Masvernat.
Según estiman, el delito que correspondería sería ‘reducción a la servidumbre’ pero es una tarea que corresponde al fiscal. Además si consideran que se trata de un delito federal se debe derivar al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. “Pienso que ya deben haber ido a realizar el allanamiento. Si necesitan la colaboración nuestra siempre lo hacemos para ubicarlos en el lugar y en el tiempo”, dijo.
Por otra parte, Guattini dijo que este año “ha sido el peor de todos”. “Hubo mucha explotación de trabajadores”, indicó. “Pienso que debe ser por la situación nacional; ha venido más gente de lo que se acostumbra”, mencionó. Además dijo que siguen buscando cosecheros dado que llegan denuncias a la Secretaría de Trabajo constantemente.
Asimismo, indico que ayer estuvieron con el cónsul de Bolivia en Rosario, Sixto Valdez, debido a la presencia de trabajadores de esa nacionalidad hallados el mes pasado en Calabacilla que fueron contratados por la empresa Finca del Sur SA. El 27 de octubre encontraron a 200 bolivianos que dormían en condiciones de hacinamiento en esa localidad. Cincuenta en una casa de 50 metros cuadrados con tres baños químicos y duchas al aire libre. Otras 32 personas estaban dentro de un container y en una construcción de unos 20 metros cuadrados 15 personas de distinto sexo y menores. Luego se dirigieron a una casilla de madera donde se pudo visualizar a unas 40 personas.
El cónsul recorrió los lugares y se encontró con dos personas que habían quedado dado que no habían ido a trabajar. Había muchos colchones afuera lo que daba a entender que muchos se habían ido. “Se mostró muy preocupado por los lugares donde estaban trabajando sus connacionales. Sobre cómo estaban siendo tratados los ciudadanos bolivianos acá en Concordia”, mencionó Guattini. Además el cónsul comentó que tenía prevista una reunión en Paraná con ministros del gobierno de la provincia.
Finalmente Guattini dijo que esperaban que el año próximo las autoridades tomen medidas “mucho más severas contra toda esta gente que traen y las explotan como si fuesen animalitos. No puede un ser humano tener a otros seres humanos de esa forma: les pagan mal, no les dan de comer, los lugares donde tienen que descansar son una vergüenza”.
