Breves reflexiones sobre un nuevo proceso eleccionario Por Pablo Misael Arnau Short (*)

03-08-2015 General | Opinión

Una charla de sábado por la tarde con estimados amigos en Paraná más la intuición de alguien que siempre intenta estar atento frente a los procesos eleccionarios (tal vez por deformación profesional o tal vez por mera pasión utópica en la defensa de la democracia) combinado a un contexto político de “cambio vs. continuidad” y a una tarde-noche de domingo de principios de agosto (mucho más primaveral que invernal por cierto) generaron en mí la necesidad de escribir unas breves reflexiones acerca de lo que debemos afrontar en tanto ciudadanos el próximo 9 de agosto focalizándome en la “nuevas categorías” de Parlamentarios del Mercosur.
Dentro de una semana, por virtud o por fortuna –como nos diría Maquiavelo–, los argentinos  deberemos concurrir otra vez a las urnas para expresar nuestros intereses, entusiasmos e ideales (o lo que en definitiva cada uno quiera). Pero con los que me interesa dialogar es con los entrerrianos, más aún con los felicianenses. Y ello se debe a una sencilla razón: es allí donde no sólo voto, sino que también es allí donde crecí y donde conservo a mi familia y a mis mejores amigos.
En primer lugar tengo que decir, a diferencia de lo que muchos piensan, que las “famosas” P.A.S.O. (elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) son importantes. Es cierto que a partir de ellas no estaremos eligiendo sino a los candidatos de cada uno de los partidos que competirán en las elecciones generales del 25 de octubre, pero esto ya significa un avance (aunque tenue) de nuestro sistema electoral. Antes, ello era decidido (en el mejor de los casos) en internas partidarias no obligatorias en donde sólo podían votar quienes estaban afiliados a los respectivos partidos políticos, resultando candidatos aquellos que decían unos pocos. Insisto, en el mejor de los casos: la mayoría de las veces, los candidatos resultaban elegidos por algún “dedo” con peso al interior de cada una de las estructuras partidarias. No quiere esto decir que las PASO sean más democráticas; pero sí, necio sería negarlo, son mucho más abarcativas. Somos nosotros, ciudadanos comunes, que podemos elegir entre una serie de pre-candidatos. En este sentido, ello ya representa un avance. Pero no es el objetivo enredarme en cuestiones teóricas sino más bien lo que deseo hacer es algo distinto: informar. Sí, informar, porque aunque parezca raro, tengo la sensación de que esta campaña ha oscilado entre la incertidumbre y el desconocimiento, sobre todo en lo que se refiere a los nuevos cargos electivos. Estos elementos –incertidumbre y desconocimiento– son absolutamente maliciosos para la democracia ya que como bien nos lo indicara Sartori (un gran politólogo italiano): en sociedades complejas (como la nuestra), sin información no puede haber una verdadera democracia.
Veamos. Los cargos sobre los que debemos elegir son “muchos”, “muchísimos”: a las cuatro categorías a nivel nacional (de las cuales dos, son totalmente nuevas) hay que sumarle las cinco provinciales. Es decir, en el cuarto oscuro nos encontraremos con boletas “larguísimas” (algunas llegando a medir casi aproximadamente un metro) de nueve cuerpos: precandidatos a Presidente y Vice, Parlamentarios del Mercosur (distrito nacional), Diputados Nacionales, Parlamentarios del Mercosur (distrito regional-provincial), precandidatos a Gobernador, Senador Provincial, Diputado Provincial, y, finalmente, intendentes, concejales y para el caso de las zonas más pequeñas de Entre Ríos, precandidatos para integrar las Juntas de Gobierno.
Las categorías son muchas (son todas las que existen constitucional y legalmente) y los precandidatos más aún. Ahora bien, lo que me interesa (ya que considero que ha estado, no diría mal, pero sí muy poco informado) se refiere a los candidatos al Parlasur. Este órgano creado hace relativamente poco (el año 2005) cuenta con la representación de los países miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela). Cada uno de estos países envía representantes de sus respectivos países para integrar este cuerpo colegiado que tiene como sede a la ciudad de Montevideo. Nosotros elegiremos por primera vez de forma directa a estos representantes. Es por ello que nos encontraremos en el cuarto oscuro con dos cuerpos nuevos: uno, detrás del cuerpo de precandidatos a Presidente y Vice y otro, detrás del cuerpo de diputados nacionales. Ambos pertenecen a cargos de los parlamentarios del Mercosur. ¿Por qué entonces van en dos cuerpos separados? Porque el sistema electoral referido a cada uno de ellos es diferente. Los Parlamentarios del Mercosur (distrito Nacional) serán elegidos al igual que los diputados nacionales. Es decir, cada partido presenta una lista de candidatos y luego, después del escrutinio, se asigna a cada una de las agrupaciones un determinado número de bancas según el porcentaje de votos obtenidos (a través del sistema D´Hont). Los parlamentarios del Mercosur (distrito regional o provincial) irán también al Parlasur pero el sistema electoral será diferente. Habrá un lugar para cada una de las provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es decir 24 bancas. Aquí el sistema electoral adoptado es el de sistema mayoritario uninominal. Es decir, para que se entienda, como actualmente se asigna la banca de senador provincial. Un proceso de suma cero en donde el ganador se queda con todo y el (o los) perdedor(es) se queda(n) sin nada. En total contaremos con 44 parlamentarios: 19 por distrito nacional y 24 por distrito regional-provincial.
Como decía, cada agrupación política ha presentado sus listas de candidatos. A nivel de distrito Nacional el primer precandidato por el Frente para la Victoria es Jorge Taina (ex canciller); por el frente electoral Cambiemos (de Carrio, Macri y Sanz) Mariana Zuvic (líder de la Coalición-Cívica ARI de Santa Cruz) y por el Frente UNA (de Massa y De la Sota) Lavagna (ex ministro de economía). A nivel regional el Frente para la Victoria lleva como precandidato a Cristian Alberto Bello; Cambiemos a Agustín Enrique Federik; el Partido Socialista a Jorge Alberto Reinhardt; la Nueva Izquierda a Laura Marcela Naput; el GEN a Pedro Juan Carlos Quinteros; y, finalmente, UNA a Enrique Oscar Bacigaluppe.
A algunos de estos candidatos conozco, a otros (la mayoría), no. Seguramente, tenga en esta semana que interiorizarme un poco más. Pero de lo que estoy convencido, más allá de si este nuevo órgano podrá resultar útil o no (cuestión absolutamente importante también y sobre la cual también hay que discutir), es que para tomar una decisión que esté cercana a nuestras convicciones –inclusive para votar en blanco– debemos conocer, debemos saber, porque ello, según Foucault, es concluyentemente, poder.
Espero, a partir de estas reflexiones breves y fragmentarias haber cumplido con el objetivo: informar sobre lo que considero la mayoría no conoce. No deseo ciudadanos sorprendidos el mismo domingo (como me ha pasado en varias charlas con mis amigos y familiares). Espero, ciudadanos (aunque enojados con los nuevos cargos) INFORMADOS. Porque reitero, sin información, pueden existir muchas cosas, pero lo que no puede existir es una democracia seria.
(*) Pablo Misael Arnau Short – Estudiante de Ciencias Políticas
 
Fuente Realidad Regional 

Autor: ingenio