El horno no está para bollos ni para nada por el Lic. Nicolás Bengoa

24-06-2015 General | Opinión

Sabida es la repercusión que ha tomado la iniciativa de un empresario local de construir en un predio creado para ese fin, un crematorio. Una vez que se comenzaron a ver los primeros movimientos los vecinos empezaron a indagar de que se trataba lo que se ubicará (porque se ubicará a pesar de todo o al menos eso parece) en calle Pablo Stampa entre Dr. Planas y Brasil, se vio como un camión llegaba al lugar que se ha instalado para tal fin transportaba los elementos que parecieran tener que ver con un horno crematorio.
Primeras reacciones: lo que de inmediato se hizo fue de forma individual, vecinos se acercaron por su cuenta a presentar escritos en la municipalidad para pedir que se revea la medida, una vez tomado estado publico esto se decidió que “la unión hace la fuerza” y comenzaron la junta de firmas así como también las reuniones con la vecinal del Santa Rosa. Luego de esto se pidió reuniones con los concejales, el presidente de la Comisión Vecinal, José Luis Duarte dijo en nuestro medio “son los concejales que votaron de forma unánime esta ordenanza quienes deben darnos explicaciones”.
En estas situaciones se sabe que es complejo el panorama, porque dependiendo de donde uno se pare es el punto de vista que se puede obtener, lamentablemente pasa en la mayoría de las decisiones que siempre alguien queda disconforme; pasó con los boliches, pasó con el cambio de calles (tiempo atrás) y así podríamos seguir enumerando; acá pasa lo mismo, el empresario se “apoya” en la ley (ordenanza) y habiendo salvado todas las cuestiones sanitarias y medioambientales quiere llevar a cabo su emprendimiento y salvo que aparezca algún vericueto legal pareciera que se realizará; por otra parte los vecinos quienes más allá de la ley acuden a “cuestiones humanas” pidiendo se traslade el lugar por lo macabro del mismo, a sabiendas de que en cualquier momento del día (almuerzo, cena, madrugada etc.) se está incinerando un cadáver, la petición no es que no se haga sino que se haga en otro lado.
Crematorio Si Crematorio No, esa es la cuestión, o quizás no; dejando de lado toda parte sentimental o humana no hay que olvidar que esto sigue siendo un negocio, por más crudo que suene es así; la muerte es un negocio como la medicina lo es; sino acudo a cada lector que recuerde al momento en que un familiar fallece y en la sala velatorio les cotizan los ataúdes como si fuesen artículos que uno compra en el supermercado, no hacemos juicio de valor (si está bien o mal) es así, es un hecho fáctico.
La toma de posición conlleva intereses, uno que no vive en las adyacencias del lugar donde se propone instalar el crematorio puede verlo desde otro punto, puede enfocar distinto, los vecinos no pueden hacerlo; lo siniestro de la muerte lleva a que cada vecino se oponga, la naturalidad con que el empresario toma el tema y lo hace negocio infiere otro diametralmente opuesto; posible solución: quizás esto se debió charlar antes entre todas las partes, ahora ya está; el empresario mismo sentenció que “por cuestiones de inversión es inviable hacerlo fuera de la ciudad”, para quien escribe ni los cementerios ni los crematorios deberían estar dentro de la ciudad pero como ya dijimos el vivir lejos de cada uno de estos dos lugares hace que el punto de vista sea distinto.
Lic. Nicolás Bengoa
 
nicolaspbengoa@hotmail.com

Autor: ingenio