Había una vez basado en un hecho real por Edgardo Dallacamina

08-06-2015 General | Opinión

Había una vez un niñito que no podía ver. Un día pasó un pájaro volando y le hablo: “mírame”. El niño tristemente respondió: “¿quién es? ¿No ves que no puedo ver?  Y el pajarito le insistió: “Acuéstate en el pasto y verás el cielo” El  niño, rápidamente se acostó, abrió los ojos y vio el cielo. En ese instante, cerró los ojos y rápidamente los abrió; el pajarito no estaba y quedó triste en el pasto. A los dos días bajo una mariposa del cielo y le dijo: porque sigues acostado, hace mucho frío. “Si pero quiero ver el pajarito que me hizo ver” dijo el niño. La mariposa respondió: él dijo que nunca se olvidará de vos y el niño respondió: pero ni su nombre sé. ¿Cómo se llama? y la mariposa respondió acá en el cielo se llama Ángel; en la tierra le dicen donante.
De esa manera  Franco Dalmolin, sintetizo  su lema Yo dono, tu donas yo vivo, e imaginó a su donante  plasmando textualmente a modo de coautor en un libro esas letras como su historia mas valorada.
Dado que el 30 de mayo se conmemoró el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos que representa la posibilidad de vivir y dar vida después de un trasplante gracias a la participación de la sociedad que incorpora cada vez más el acto de donar,  recordamos la  historia que a todos los chajarienses  nos emocionó.   
Franco Dalmolin nació con una afección cardíaca congénita, que luego le ocasionaría complicaciones.  En aquel momento el bebe tenía menos de un año, viajo con su mamá a Buenos Aires y terminó en emergencia nacional y primero en “la prensa” como le gusta decir a su Libia, agradeciendo de esa manera a todos los medios que se hicieron eco  de la salud de su hijito: un nuevo corazón era su única expectativa de vida.
«Los médicos me dijeron que llame a mi esposo, porque nuestro hijo se moría”, recuerda Libia en la charla  en la que nos contaba la historia desesperada de Franco  que nació en diciembre de 2003, y que a los 28 días de haber nacido le detectaron la enfermedad.
Finalmente el órgano llegó y Franco se convertía en el niño más pequeño de país en recibir un transplante de corazón que llegó desde Corrientes, de otro  niño de un año y dos meses que había fallecido de meningitis. Luego de 16 días en lista de espera, y primera en los medios nacionales vuelve a recordar la mama el 9 de septiembre de 2004, Franco ingresó al quirófano del hospital Garrahan para recibir el corazón.
La operación se extendió hasta la madrugada del día siguiente. Por ello, el 10 de septiembre de 2004 es la fecha tan celebrada, que marca un antes y un después en la vida de Franco y de su familia.
Desde entonces, hace mas 10 años, el corazón de un pequeño donante  de la localidad de 9 de Julio provincia de Corrientes  palpita feliz en un niño Chajariense.
 «A la familia de Alan [el donante] le estaré eternamente agradecida. Ellos concretaron un acto solidario extraordinario en un momento muy difícil, fue una alegría inmensa, una bendición de Dios para nosotros», recuerda Libia muy emocionada.
En la actualidad  Franco y la familia viven  en calle Virgen Pelegrina, fuimos a visitarlo y nos recibe cuando recién llega de la escuela María Auxiliadora donde concurre y  su merienda está lista, con tostadas, miel y dulces, nos saluda y nos pone la cabeza para que le demos un beso  ya que transitó su niñez con un barbijo por los cuidados  que se requerían  y esa es su manera de saludar.
Está muy bien vestido y eligió ponerse un saco para la foto nos comento su mamá  quien lo acompaño  al patio donde poso  en sus juegos al aire libre dándonos un mensaje que a través de la donación se puede volver a vivir la vida .Otro espacio para disfrutar en la casa es su habitación y una gran sala de juegos con una enorme cantidad de juguetes.
El caso de Franquito conmocionó al país cuando sus papas clamaban por un donante en distintos programas televisivos, hoy los papas de Franco, Libia Gallo y Jorge Dalmolín, destacan la inmensa felicidad que sienten al ver a su hijo crecer y llevar una vida similar a la de otros chicos ; y subrayan que dan notas periodísticas a los efectos que otros niños puedan tener la misma suerte que su hijo y agregan que en este caso los papas del donante también se sienten muy felices por que ven en Franco jugar a su propio niño.
“Por esto es que deseo que los donantes o sus familiares sepan quienes son las personas  que reciben los órganos de sus seres queridos por que de esa manera hay dos familias que pueden aliviar el dolor y sentir felicidad” manifestó Libia
En esta historia Chajariense, como tantas otras  de nuestro pueblo se renuevan los mensajes que apuestan a la toma de conciencia por parte de la población en cuanto a la donación de órganos. Nadie está exento de necesitar uno y todos tienen la posibilidad de donarlos.
DATOS
Cada donante puede salvar varias vidas y mejorar la calidad de muchas más, pero sólo 1 de cada 100 defunciones serán aptas como donantes efectivos.
Según reveló un estudio de la Fundación de Cardiología Argentina, más del 80 por ciento de los argentinos está a favor de la donación de órganos para trasplantes
No cabe duda de que los argentinos somos solidarios, en lo que va del año ya se realizaron en Argentina 657 trasplantes de órganos y 342 de córneas, permitiendo que pacientes en lista de espera recuperen su salud», señalan desde el Ministerio de Salud de la Nación.
Hoy igual que hace 10 años cuando a Franco le toco necesitar un órgano sigue habiendo cerca de 8000 personas que necesitan un trasplante para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida, y 40 millones de argentinos podemos ayudarlas.
 

Autor: ingenio