De un tiempo a esta parte se han dado pasos para ser una sociedad más “accesible”, se realizaron diversas acciones para que personas con “capacidades diferentes” o “discapacitados” (la mayoría de la gente todavía no termina de utilizar el concepto correcto), puedan achicar la brecha entre “ellos” y las personas “normales”.
Parques inclusivos, plazas, piletas en termas, carnets para personas discapacitadas (con los cuales no siempre pueden acceder a un boleto gratuito por burocracia de las empresas), son algunas de las medidas que se han tomado, medidas a las que uno aplaude pero que (como siempre) se consideran insuficientes.
Esta semana se recibió en nuestro medio un caso en el que una persona reclamaba a una institución escolar que su hermano no podía subir una escalera para tomar clases en un taller ya que él se encuentra en sillas de ruedas; se pedía que se busque una alternativa como por ejemplo cambiar el aula por una que estuviese abajo, desde la institución se decía que esto era irrealizable ya que no había lugar; según pudimos saber la alternativa a este caso en particular ya estaría planteada.
Pero surge esto como solo un caso de los cientos que seguramente habrá y que se desconocen; “me haré cargo de la situación, iré a la institución para ver como se puede arreglar esto”, dijo Silvina Flores, encargada de la Sub Dirección de Discapacidad, y esto es lo que se espera que se haga, que quienes tienen en sus manos las facultades tomen la responsabilidad y resuelvan los problemas de la gente porque para eso el famoso “estado” (que somos cada uno de nosotros) les paga; siempre criticamos a quienes hacen mal las cosas y en este caso hay que reconocer cuando alguien las hace bien o (al menos) tiene intención de hacerlas.
Por otra parte hay que decir que este es el momento, es ahora cuando (si bien quedan muchas deudas pendientes de cosas básicas) están los fondos para relevar instituciones, conocer cuáles de ellas tienen la idea de incluir a personas con (por ejemplo) no pueden caminar, y generar la accesibilidad, construyendo rampas, ascensores, mejorando las instalaciones y adecuándolas.
La accesibilidad seguramente será muy costosa, amoldar una institución escolar para que tenga determinadas características debe llevar su tiempo y su inversión, pero es ahora, es ahora cuando hay cuestiones como el agua, la cloaca, el servicio eléctrico, que ya están salvadas; es ahora cuando el capital (también) debe ir a generar accesibilidad; porque si bien todos tenemos derechos muchas veces esto no es reconocido, y que un pibe tenga que abandonar sus estudios por no tener una rampa es no respetar un derecho.
Siempre y cuando exista la voluntad serán reconocidos, cuando no se vea una intención de generar derechos serán defenestrados, porque lo bueno se reconoce, lo malo se critica; y que alguien sea apartado por no existir una rampa es malo y no debe pasar; porque todos tenemos derechos a acceder a la accesibilidad.
Lic. Nicolás Bengoa
nicolaspbengoa@hotmail.com
