El testimonio que llegó a colegas de la ciudad de Mocoretá, Provincia de Corrientes, pertenece a una mujer llamada Lucía que como protagonista directa nos cuenta en primera persona el hecho que casi le cuesta la vida, tiene miedo por ella y por sus hijos. A pesar de tener una perimetral y hacer la denuncia su ex está libre.
A continuación transcribimos textualmente el testimonio y las imágenes de Lucía:
“El domingo a la madrugada fui atacada a machetazos por mi ex pareja, me salve de milagros, el tiene una orden de restricción pero está libre y yo tengo miedo por mi y por mis hijos”.
“Yo fui con un amigo a un bar a comprar, ahí llegó el papá de mis hijos y empezó a insultar a mi amigo, yo me fui a la comisaría y le aviso a un policía que me dice que le iba avisar al patrullero; me voy en el auto con mi amigo y el nos sigue, yo lo empiezo a grabar se da cuenta y se va. Nosotros nos fuimos a dar unas vueltas y le mando un mensaje a una amiga que estaba en el bar y me dice que después que nos siguió no volvió más. Así que volvimos a comprar y cuando salgo del bar aparece de nuevo mi ex en la moto y me dice que pensaba hacer de mi vida, yo le digo que se vaya y me deje de molestar, el se baja de la moto y me atropella, me pegó un machetazo en la cara yo pensé que me pegó con la mano, pero cuando veo el machete salgo a correr y me meto en una casa pero el me siguió y me alcanzó y me siguió pegando con el machete. En un momento alcanzo a agarrar el machete y le digo que me deje que piense en nuestros hijos, pero me agarra del cuello y me decía que me iba a matar. Yo no sé cómo logré zafar de el. Salté un alambre y crucé para otra casa y logré salir para la calle, en eso vienen dos muchachos que lo atajaron y yo con las pocas fuerzas que tenía corrí a la comisaría, me sangraba la cara, escupía sangre, me asusté mucho. Realmente pensé que me moría, sentía que me iba a desmayar. La policía llamó a la ambulancia, en eso entra mi amigo, a el también mi ex le había pegado un machetazo arriba del ojo, salgo a buscar mi teléfono que se me había caído afuera del bar y lo llamo a mi cuñado para que mire a mis hijos porque tengo miedo que le haga algo a ellos. Viene la ambulancia y nos llevan a mi amigo y a mí, yo quedo en observación hasta las 11 y me vuelvo a casa.
Más tarde llegó la secretaria del juez y me llevan hacer la denuncia al juzgado, este martes tengo que ratificarla, pero a la noche me entero que el hermano de mi ex pareja le pago la fianza y salió en libertad. También hice la denuncia en la comisaría”.
NdD: La violencia lamentablemente seguimos naturalizándola y no tiene ningún tipo de límites geográficos: los violentos no tienen domicilio. Por eso seguimos instando a los responsables institucionales en primero lugar y nosotros como sociedad en segundo lugar tomemos conciencia de este flagelo, que tiene como centro no solamente a las mujeres, sino también a nuestros abuelos y nuestros niños.
