Un informe dado a conocer horas pasadas, indicó que los casos de HLB en una parte de nuestra zona (que fuera estudiada) bajaron; ante esto el ingeniero Juan Verliac, quien forma parte del trabajo con SENASA y la FECIER mostró cautela por estos resultados e instó a continuar con el trabajo en pos de erradicar la enfermedad.
En diálogo con Tal Cual Radio, Verliac explicó, “creo que en líneas generales lo fundamental es poder avanzar en un trabajo consciente, lograr generar conciencia de la necesidad imperiosa de prevenir o luchar contra una enfermedad tan importante. En principio comparto con buenas expectativas el informe presentado, eso en el marco de un programa internacional desde la región, es llevado adelante por organismos oficiales de investigación, en el caso de Argentina participa tanto INTA como SENASA pero fundamentalmente INTA lleva adelante los ensayos. Los resultados que ellos muestran tienen que ver que a través de un manejo determinado es factible reducir la población en lugares donde se haga ese manejo. Lo importante sería tener bien las pautas para poder trasladar y desde ahí generar los controles regionales, que es un poco el eje de todo esto, cómo hacemos frente a una enfermedad tan grande y el sistema de manejo y conducción de esos ensayos hay que poder organizarse para transferirlo después al productor promedio”.
En este mismo sentido agregó el ingeniero Agrónomo, “el resultado de la reducción de la población tiene que ver con los ensayos y un manejo determinado en un lote demostrativo. No estamos hablando de una reducción regional de la población, se realizó en un lugar puntual y con una técnica puntual que nos va a permitir a nosotros -a futuro- salir con esas estrategias de control para multiplicarlo dentro de los productores. La realidad indica que en el territorio provincial la población de diaphorina se achicó por una cuestión de frío, como pasa todos los años. Lo que se presentó en un congreso internacional, que fue un seminario virtual de enseñanza sobre el control y erradicación, tiene que ver con ensayos que viene llevando adelante INTA con muy buenos resultados en materia de control”.
“Hasta que podamos llegar al último productor con una metodología de trabajo, como puede ser esta que muestra resultados positivos, la población de diaphorina sigue condicionada fundamentalmente por lo que haga cada uno en su quinta. En ese sentido, siempre la capacitación es progresiva, va avanzando. Vamos logrando tener respaldo científico- como en este caso- pero la base fundamental de todo esto tiene que ver con la aplicación de los algunos pilares. La conciencia; monitorear e identificar la presencia del insecto y de la enfermedad; el control del insecto y la base fundamental que es la utilización de plantas de origen conocido y sano. Entonces, con estos cuatro pilares todo lo que lleve a potenciar, y que el productor pueda adoptar estas cuatro bases de trabajo para luchar contra el HLB, es bueno”.
“Por parte de la conciencia del productor, vamos generando herramientas que tenemos que transmitir. En un principio la gran difusión tiene que ver con esos cuatro pilares, y cada vez vamos haciendo más efectivo lo que son las tecnologías de cada uno de los pilares. En 2012, parecía imposible producir plantas bajo cubiertas y hoy se hace. Había una gran incertidumbre respecto a que iba a hacer el productor cuando tuviera que erradicar y hoy erradica. El seguimiento del insecto vector y todo lo que tiene que ver con monitoreo, hace seis o siete años atrás era indispensable que lo hiciera una institución. Hoy creo que ya podemos al menos discutir cómo podemos potenciar eso, porque si seguimos monitoreando con presencia de la bacteria en territorio, necesitaríamos muchísimos más monitoreadores. La realidad es que lo último que estuvimos haciendo es capacitando para que el mismo productor pueda hacerlo, y surgen este tipo de herramientas para controlar el insecto vector que es indispensable para tener certeza de lo que se transfiere al productor como herramienta. Creo que vamos en un muy buen camino, y tenemos que hacernos cargos todos también de que esa concientización no es solamente hacer el productor, sino hacia toda la instituciones que estamos buscándole la vuelta”.
Finalmente y respecto del factor climático, Verliac opinó, “en principio, con un invierno como es el esperado, riguroso, y con presencia de helada, se va a dar una disminución importante en el corto plazo del insecto vector. Si a eso lo ayudamos con un control, facilitaría la disminución en las poblaciones de insectos, que es lo importante, nosotros lo venimos corroborando, con otros inviernos no tan rigurosos las poblaciones se mantienen altas. Además, en el momento de que la planta empieza a brotar en finales de agosto a septiembre, nos encontramos con un riesgo de tener la bacteria presente en la zona. Si nosotros vamos aprendiendo que con el frío baja, sumado a un control que puede ser de este equipo que se plantea, y la conciencia del productor haciendo todos los trabajos, seguramente tendremos mucho menos problemas y mucho menos rápida será la evolución de la enfermedad”.
