“El productor es el primero de la cadena para trabajar pero el último que recibe los beneficios de su trabajo”, dijo Panozzo Galmarello

11-01-2022 Chajari | Producción

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Un informe de la CAME elaborado en Entre Ríos, alertó que en la cadena de valor de naranjas, el productor primario fue el único que no tuvo ganancias. Durante los últimos tres meses del 2021 se analizó la cadena de valor de la naranja fresca desde el productor, ubicado en el caso de estudio en la localidad de Chajarí, hasta su comercialización en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), bajo modelos de simulación de empresas y comercios.

Ariel Panozzo Galmarello, presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos tomó contacto con Tal Cual medios y explicó sobre este particular, “nosotros siempre lo decimos y parece que es todo al revés, el productor es el primero de la cadena pero es el último que recibe los beneficios de su trabajo, hoy estamos trabando con números de 20 años atrás, con una inflación y costos lejos de la realidad”.

Y agregó a sus dichos, “hoy nosotros no podemos vender un cajón a menos de 800 pesos y estamos vendiendo a 400, lo nuestro es oferta y demanda, hace años venimos pidiéndole a los legisladores tener las condiciones de la manzana y la pera (que tienen un precio base y de ahí para abajo nunca) pero no tenemos respuestas, lo nuestro es variable, la situación citrícola es complicada”.

Más adelante en la entrevista Panozzo Galmarello declaró, “hoy vemos a los políticos que hablan de la citricultura y critican al gobierno de turno, pero Macri fue quien más impuestos creó; nosotros hemos alcanzado muchos proyectos y nunca prosperaron, y cuando estuvieron en el poder no nos llevaron el apunte, como tampoco lo hace este gobierno; necesitamos que los políticos tomen medidas reales que nos den la posibilidad de trabajar en condiciones”.

El informe de CAME expone los siguientes valores: De los $69.8 en los que se vendió el kilo de cítrico dulce en CABA –precio promedio de noviembre 2021-, el 21.1% corresponde a ganancias ($14.7); el 36.8% a costos ($25.7) y el 42.1% a impuestos y tasas ($29.4).

Con respecto a las ganancias netas (21.1%), solo 3 de los 4 eslabones que conforman la cadena las lograron: el galpón de empaque obtuvo el 1.4% ($1); el mayorista 8.1% ($5.7) y el minorista 11.6% ($8.1). El productor fue el único que no tuvo ganancias, mientras que en el año 2020 había obtenido una ganancia del 3.9% del precio de venta final. La redistribución de la ganancia se concentró principalmente en la comercialización tanto a nivel del operador mayorista (puesto en el Mercado Central de Buenos Aires) como minorista (verdulería e hipermercado de CABA), en desmedro del eslabón más débil, quien inicia el proceso económico.

Tras analizar los costos, impuestos y ganancias netas de cada eslabón, podemos concluir que del precio de venta final de un kilo de naranja ($69.8), el productor explica el 7.7% ($5.4); el empacador el 5.3% ($3.7); el operador mayorista el 19.5% ($13.6); y el minorista el 25.4% ($17.7). Por su parte, la presión tributaria del Estado, en sus tres niveles, asciende a 42.1% ($29.4), cuando en el año 2020 había sido de 38.3% –para los modelos de simulación analizados–.

 

Luego se le consultó al productor por un reclamo que se viene sosteniendo con el paso del tiempo y que tiene relación con los impuestos que se pagan, al respecto informó, “la parte impositiva nunca una se tocó de fondo, siempre fueron parches; la situación es compleja porque si no se para la inflación con los costos de los insumos, a eso sumado la gran cantidad de impuestos que se pagan y la parte fitosanitaria tendremos algunos problemas; lo nuestro es todo en dólares, pagamos en dólares pero recibimos pesos, incluso los exportadores están en esta situación; con todo esto vemos un año muy difícil, tendremos poca fruta pero esa poca fruta puede tener muchos problemas sanitarios; ya se está hablando de aumentos en energía, paritarias, con lo que el 2022 no pinta bien”.

Finalmente y respecto de cómo ha funcionado el anuncio de que se podría contratar personal y que estos no pierdan las asignaciones, hecho por el Gobierno Nacional durante el 2021, el Presidente de FECIER opinó,  “siempre dije que había que esperar la letra chica que es la más complicada y no está dando resultados, teníamos una esperanza para este año,  pero hoy no es lo esperado, se hacen grandes anuncios pero cuando nos sentamos en los escritorios las cosas cambian;  esperamos que en lo laboral podamos empezar a trabajar y poner leyes acorde a las economías regionales, no nos podemos comparar con un gran sojero que con una persona trabaja todo su campo y nosotros para 10 hectáreas necesitamos mucha gente. La voluntad es siempre tener la gente en blanco porque se pone mucho en riesgo si tenes gente en negro”.

Autor: Nicolás Bengoa
Fuente: Tal Cual

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