Salud a los Héroes de Malvinas

01-04-2015 General | Opinión

El 2 de abril de 1982, lo que luego serían nuestros héroes, soldados  argentinos al mando del General de Facto Mario Benjamín Menéndez desembarcaron en Puerto Stanley, rebautizándolo como Puerto Argentino, sin demasiada instrucción militar, con juventud y ganas de “pelear por su país”, veinteañeros ( o de menos edad) pisaban el congelado su argentino para derrotar a la todavía débil fuerza británica  Sin embargo, Gran Bretaña no tardó en enviar una poderosa flota, contando con un amplio respaldo internacional, incluido el de Estados Unidos, apoyo con el que los jefes argentinos creían ingenuamente contar.

El 1º de mayo comenzaron los enfrentamientos, con mucho entusiasmo “los nuestros” pudieron abatir a un grupo de ingleses pero  las tropas británicas no encontraron resistencia. El 14 de junio finalizó la guerra. Más de 650 muertos y más de 1100 heridos fue el resultado para la Argentina.
Pero no solamente la guerra dejó muertos, previo a esto ya había “estaqueados”, fusilados, muertos por congelamientos, prisioneros de guerra, sin bastarle todo esto  la Junta Militar quedó desnuda y (junto con ellos) los que habían salido a gritar a favor de la guerra fueron desvaneciéndose . Galtieri renunció el 17 de junio. Paradójicamente, con el fracaso bélico el país ganaba la oportunidad de encontrar un pronto final a la etapa más oscura de su historia. Las Malvinas y sus héroes, injustamente, quedarían pegados a las decisiones de una Junta delirante y criminal.

Para quien no vivió la época, la efervescencia de la sociedad del momento es incomprensible, cuesta comprender como se puede apoyar una guerra, esta responsabilidad y la de golpear los cuarteles (años previos) para la toma del poder de parte de los militares le cabe a la sociedad, muchos de esos sectores que querían orden obtuvieron sendos beneficios económicos cuando no un pibe apropiado; que decir de “los milicos”, el ocaso de la guerra fue el inicio de ese Nunca Más, represores, inhumanos, indolentes, carentes de sentido común, enceguecidos por el poder y la inconsciencia, mandaron al frente a un grupo de pibes con más miedo que hambre (o al revés) a luchar contra un poder (para nosotros) invencible.

Se podría continuar con el despotrique hacia los militares pero quizás se podría perder el hilo del escrito, esto es en reivindicación, admiración, y para honrar a esos veinteañeros que en lugar de empuñar un arma debieron haber estado preparando su futuro en una universidad, o buscando un trabajo que los ayude tener una vida (más o menos) normal, no solamente en memoria de los caídos durante la guerra, sino los “caídos” por el olvido tiempo más adelante, y también por los “caídos” por problemas psicológicos que no pudieron sobrellevar.

Según cuentan los escolares de la época, se les pedía que les escriban cartas a los (por entonces) combatientes, quien ahora redacta no tiene idea que se podría haber puesto en una misiva, seguramente algo relacionado con el orgullo y el honor que alguien defienda la patria, no habiendo tenido la posibilidad de hacerlo en ese momento, honor y gloria a los ex combatientes de Malvinas, nuestros  únicos héroes en ese lio.

Lic. Nicolás Bengoa
 
 

Autor: ingenio