El pasado 3 de noviembre se iniciaron actuaciones como producto de la denuncia realizada por una ciudadana contra autores desconocidos por el presunto hurto de una moto en su perjuicio.
Tal Cual pudo rearmar esta historia que se inicia cuando esta mujer se hace presente en Comisaria Nº 1 con una moto, y en principio aduciendo que la habría recuperado por sus propios medios, explicando que esto se habría llevado a cabo a través de un familiar de la colonia quien al ver identificado la misma, se la sacó al delincuente que se la habría sustraído.
Luego de su relato se le hace saber a esta mujer el resultado de la investigación pertinente, ya que si bien se había recuperado el rodado se necesita llegar hasta la individualización del autor del hurto.
A partir de esta circunstancia se comenzó a conocer “la verdadera historia” ya que la mujer había realizado una falsa denuncia por hurto de la moto, los propios funcionarios policiales le pidieron que publique en face el robo, cuestión que ella no cumplió, aunque se encontró que con fecha 10 de setiembre del 2019 ella misma había hecho una publicación de venta de dicha moto.
Con toda esta información la mujer relata “la verdad de la milanesa” y dice textualmente que “hace dos años había vendido la moto a un joven de 17 años que reside en Colonia Mandisovi, pero que nunca había realizado la transferencia”.
Pasó el tiempo y se enteró que la moto pasó de dueño en dueño y que su último adquirente utilizaba la moto “para hacer picadas ilegales”, por lo que ante el temor de quedar involucrada en algún delito perpetrado con la moto que todavía figuraba a su nombre, realizó la denuncia por un robo inexistente.
Luego de la denuncia esta mujer encuentra la moto en un taller mecánico de calle Repetto, en donde se estaba reparando el motor. La mujer llega al taller y mostrando todos los papeles que la confirman como dueña, retira la moto, que había sido dejada unos 15 días antes por un joven de quien no se conoce identificación.
Toda “esta historia” es comunicada al Fiscal quien dispone el secuestro del vehículo y la entrega en calidad de depositario Judicial a la “mujer denunciante”.
