El pasado viernes recibimos en nuestra redacción una Resolución de la Unidad Fiscal Chajarí, suscripta por la Dra. María Dalia Verdura Pons, y en la que se resuelve una situación, que no es nueva, y que la han sobrellevado varios ciudadanos de la ciudad de Chajarí y la región: el secuestro de un rodado por la presunta irregularidad en la numeración de motor, cuando asisten a la Unidad Verificadora de la Policía de Entre Ríos.
En este sentido hay casos que sí tienen fundamentación técnica jurídica para proceder según la normativa, pero otros, como en este caso, la decisión del verificador fue arbitraria, sin acudir a una serie de elementos que demostraban lo contrario, más aun dando a publicidad de un procedimiento equivocado.
Por este motivo Tal Cual en su momento publicó la información oficial y en esta oportunidad, ante el descargo judicial del titular del rodado lo hacemos también, a solicitud directa del damnificado.
La historia se inicia cuando una camioneta Toyota Hilux es monitoreada en la Planta de verificación y la secuestran por irregularidades en la numeración del motor. Lo llamativo de esta decisión es que el mismo motor ya había pasado dos verificaciones, la primera por cambio de block en octubre de 2016 y la segunda cuando fue adquirida por su tenedor actual en 2017.
Ante la duda la Justicia decide enviar al Perito oficial de la División Criminalística de la Policía de Paraná para que se expida y despeje dudas respecto a quien está autorizado a grabar motores que ingresan al país, y que características grafoestructurales deberían tener estas grabaciones.
Dentro de la documentación acompañada por el Defensor Técnico del damnificado, figura una verificación realizada en la ciudad de Nogoyá sobre uno de estos motores de origen chino donde puede verse a través de claras placas fotográficas la coincidencia en cuanto a características del grabado observado en el motor chino de la camioneta Toyota de este caso.
El perito consultado se expide en forma contundente diciendo en su informe “no presenta actitud delictiva” la identificación del motor verificado en la Planta Chajarí, además de comparar la documentación y fotos acompañadas y se concluye que este motor es uno de los 35 motores importados desde China por la firma Inductor S.A. en el mes de agosto de 2015, ratificando por segunda vez que este caso “no presenta actitud delictiva”.
Con todos estos elementos la Fiscalía actuante devuelve en forma “definitiva” la camioneta a su dueño, y archiva el presente caso por haber “desaparecido el delito a investigar”.
