Leonardo «Cepillo» Trevissan, el jinete que estuvo al borde de la muerte tras una caída durante una monta en Jesús María, continúa su recuperación mientras disfruta del crecimiento de su segundo hijo.
Leonardo «Cepillo» Trevissan, el jinete que estuvo al borde de la muerte tras una caída durante una monta en la última edición del Festival de Jesús María, tuvo su segunda oportunidad. Lejos de los reservados, el entrerriano continúa su recuperación mientras disfruta del crecimiento de su segundo hijo, Elías.
«Él está excelente, lleva una vida normal y a pesar de todo, está muy bien. Además, la cuarentena le sirvió para que esté en su casa, un poco más tranquilo y pueda dimensionar todo lo que pasó porque es muy hiperactivo», reflexionó a Elonce su amigo y colega José «Lolo» Schunk.
Se recordará que el jinete oriundo de Maciá, al caer y ser aplastado por su caballo, sufrió traumatismo de cráneo, hematoma epidural, edema cerebral y hundimiento de cráneo. Además sufrió un traumatismo de tórax con contusión pulmonar.
Después de varios días sin presentar importantes mejorías despertó, comenzó a comunicarse y responder a algunos estímulos.
Trevissan tiene 38 años y permaneció un mes está internado en terapia intensiva en el Hospital Italiano de Córdoba. Al despertar del coma hospitalario en el que estuvo desde el 18 de enero, día de su accidente en el 55º Festival de Doma y Folklore 2020, la recuperación de Trevissan siguió a pasos agigantados.
«Es increíble cómo se recuperó; ya anda solo a caballo y en la camioneta. Hace vida normal, no presentó secuelas tras el accidentes y la medicación que toma es reducida», confió Schunk
En su casa en Ibicuy, Trevissan disfruta de su familia y del crecimiento de segundo hijo, quien ya está a pronto de cumplir seis meses de vida.
«Cepillo y su hijo Elías; la misma pasión», aseguró Schunk en una imagen en la que se lo ve al pequeño montado a caballo.
Consultado al entrañable amigo de Cepillo si este volvería a los campos de jineteada, comentó: «A las hermanas les dice que va a volver porque jinetear es su pasión, pero no creo que vuelva».
Y ese sentido, explicó: «Cuando el despertó del coma, no llegó a tomar conciencia de todo lo que le había pasado. Fue recién ahora con esto de la cuarentena que puedo quedar más tranquilo y dimensionar lo que fue».
