Desde mediados de marzo Profesores de Educación Física que trabajan en gimnasios de Chajarí no pueden trabajar, esto trae un sinfín de consecuencias (desde lo económico hasta lo emocional); un grupo de 11 responsables de estos gimnasios presentaron un protocolo al Intendente en el que exponen cómo podrían volver a la actividad.
Sebastián Martene hizo mención a la situación de los profesores este viernes ante los micrófonos de Tal Cual Radio, “los que nos hemos juntado no trabajamos en ninguna institución, es 100% el gimnasio y la remuneración que eso nos genera; la situación actual es que desde el 15 de marzo estamos en 0, desde el día que cerro todo estamos en 0 en cuanto a la generación de ingreso, no obstante eso seguimos pagando alquileres y todo lo que eso significa”.
Y agregó, “queremos que se revea la situación de Chajarí, que se realice un análisis concreto de Chajarí, que la circulación de gente en un gimnasio no es la de una gran ciudad, cosa de poder al menos cumplir con los compromisos adquiridos y los gastos que cualquier persona tiene, son gastos que uno no puede delegar, es cierto que existen situaciones de préstamos o créditos pero meterse a un préstamo a pagar cuando no tenés como financiarte es ser poco razonable; al mismo tiempo si un profesor es monotributista y su esposa tiene un empleo registrado, tampoco podes acceder a un crédito, entonces no es tan viable”.
“De los 11 profesores que nos hemos reunido que tienen gimnasios hasta el momento siguen sosteniéndolo-continuó contando- no sabemos si bajar la persiana y cambiar de rubro, no nos quedan más opciones ni más tiempo; entendemos la higiene, la seguridad y prevención, pero vemos que existen las posibilidades de poder seguir haciendo el trabajo con prevención, porque analizamos el funcionamiento de otros lugares, vemos en la dinámica del trabajo y creemos que las condiciones en un gimnasio pueden darse para brindar seguridad y seguir trabajando”.
Más adelante en la entrevista Martene mencionó, “consultamos a un Ingeniero Laboral para hablar de bioseguridad, le hemos buscado la vuelta tratando de trabajar de manera personalizada pero poder llevar a la persona al gimnasio, donde controlas metros de distancia, controlas la higiene (del lugar), así como también la posibilidad de trabajar al aire libre”.
“Sabemos que el alquiler es un porcentaje de todo lo que se recauda y que es uno de los más relevantes, si algún profesor debe devolver el salón sería gravísimo, la realidad te lleva a pensar en dejar de hacerlo; pero más allá de eso también está en qué hacer después, uno tuvo la posibilidad de ir a una escuela técnica y quizás por ahí te la podés rebuscar pero no todos la tienen”, indicó.
Finalmente el profesor culminó su testimonio opinando sobre lo que se vendrá en cuanto a la operativa de los gimnasios, “sin dudas que los gimnasios serán diferentes de aquí en adelante, de acá en más las estructuras deberán adaptarse a este cambio; la modalidad de funcionamiento de los gimnasios va a cambiar, dentro de la modalidad de un gimnasio hay cosas que tecnológicamente se pueden hacer y otras que no, hay métodos que demandan si o si la presencia de la persona; yo tenía una manera de trabajar por turnos, con grupos reducidos, un modelo que venía implementando, que hoy sin querer se adapta a esta situación, pero no somos todos iguales”.
